Han pasado los años y AMD sigue estando a una distancia sideral de su máximo competidor y la compañía que domina confortablemente el negocio mundial de microprocesadores para PC, Intel. Menos de 20 de cada 100 chips que se venden en el mundo son de AMD. Sin embargo, echando un vistazo con más detenimiento al mercado, analizando el comportamiento y aceptación de ambas marcas por nicho de producto, tenemos algunas sorpresas.
Al día de hoy se puede decir que AMD no ha aprovechado el gran boom
del notebook. El dominio de Intel es especialmente relevante en el ámbito del portátil, donde la plataforma Centrino se ha impuesto con contundencia y es sinónimo para una amplia mayoría de usuarios de movilidad, salvando cualquier otra consideración. Para dar una idea de cómo están las cosas, en una de las últimas comparativas de portátiles de VNU Labs en España, sólo uno de los 20 equipos analizados llevó procesador de AMD. Asimismo, a mediados de enero la tienda de informática en Internet Optize (www.optize.es) ofrecía más de 150 configuraciones provistas de Centrino, por sólo 12 con Turion, Athlon64 o Sempron, las propuestas de AMD. Ramón Planet, responsable de canal e integración de AMD en España, reconoce la superioridad numérica de Intel, aunque también recuerda que, al día de hoy, los chips de su compañía gobiernan modelos de portátiles de Acer, Asus, Fujitsu Siemens, HP, Packard Bell, Maxdata, Airis, Supratech y UPI. Según Juan Carlos López, jefe del laboratorio de PC Actual, uno de los aciertos de Centrino, una marca con un reconocimiento superior a cualquiera de las que mantiene AMD, es que implica una plataforma completa para la comunicación inalámbrica (esta arquitectura consta de un procesador Pentium M, un chipset de la familia 855 y una controladora wireless), frente a las soluciones más parciales de AMD. López reconoce que esta distancia en el reconocimiento comercial a favor de Intel no se da en otros capítulos como el rendimiento de los procesadores o la disipación del calor. Ranjit Atwal, analista de Gartner con el que habló CHANNEL PARTNER, también reconoce esta desventaja de AMD, aunque explica que Turion, su gran apuesta, llegó al mercado algo tarde (primera mitad de 2005). No obstante, Atwal cree que habrá una oportunidad para el proveedor en la gama baja, donde Celeron no acaba de dar resultado. El analista de Gartner también destaca que gracias al buen momento de Acer en España AMD ha doblado su cuota en portátiles. Así, mientras que en 2004 sólo 8 de cada 100 equipos llevaban sus chips, en los nueve primeros meses de 2005 ese número llegaba a 16.
En el ámbito del sobremesa el panorama es más variopinto. Así, es verdad que Intel vende muchas más máquinas a empresas y grandes corporaciones, y una de las razones es que, al fabricar otros componentes básicos aparte de los procesadores como el propio chipset (muchas veces provisto de sonido y vídeo) o las comunicaciones, puede controlar más el precio final del sistema. Sin embargo, las cosas cambian cuando se mira al mercado doméstico. En este terreno, la solvencia de su Athlon es alabada por el retail que vende equipos personalizados a usuarios exigentes. Además, la apuesta temprana de AMD por los 64 bits en el escritorio (fue en octubre de 2003, dos años antes que Intel), también puede cobrar todo el sentido durante este año con la salida de Windows Vista, que probablemente saldrá al mercado en versión de 32 y 64 bits. Ranjit Atwal insiste en este punto y asegura que la apuesta por los 64 bits ha servido para que el mercado distinguiera entre una oferta de gama alta (Athlon) que va a amenazar a Pentium 4 y otra de menores prestaciones (Sempron). En sobremesa, la posición de AMD es algo mejor que en portátiles. Según Gartner, en los primeros nueve meses de 2005 un 17% de los PC vendidos llevaron sus procesadores (un 23% en Europa).
AMD también se adelantó a su rival al ser el primero en introducir las extensiones de 64 bits en equipos con arquitectura x86. El Opteron no defrauda a nivel técnico y además se ofrece en el mercado a un precio muy competitivo. AMD cuenta con una potente oferta constituida por 48 modelos diferentes del procesador que se mueven en una amplia horquilla de precios que va desde casi 100 euros a 2.100. Al mismo tiempo, las propuestas de Intel también vienen lastradas. Mientras que por la parte baja Xeon empieza a quedarse como una arquitectura algo anticuada, por la parte alta los Itanium no acaban de despegar debido a su precio y a las restricciones que trae aparejadas, pues no se integra en entornos de 32 bits, que son mayoritarios en muchas compañías. Ramón Planet destaca que desde la introducción en el mercado de la tecnología de 64 bits, el reconocimiento del que disfrutaba AMD entre los usuarios de consumo se ha trasladado al terreno de la informática empresarial. “Nuestra oferta de servidores es muy competitiva, y prueba de ellos es que más de 85% de las 100 mayores empresas del mundo según Forbes confían en sistemas gobernados por Opteron”.
Los fabricantes de procesadores se mueven en los mercados de destino con estructuras muy ligeras. En el caso de AMD, son tres los profesionales que se encargan de mover y dar a conocer las excelencias del producto: Ramón Planet, responsable del canal de distribución e integración, Sonia Iglesias, encargada de marketing de canal, y Felipe Payet, responsable de desarrollo de canal de servidores y estaciones de trabajo. Planet explica que los revendedores de procesadores se engloban en dos categorías: Solution Providers (ensambladores locales que incluyen los chips del fabricante en sus equipos); y Channel Providers (revendedores de procesadores en caja). Además, este último grupo está servido por cuatro mayoristas oficiales (ATD-Arrow, Avnet, Ingram Micro y Tech Data).
Para sobremesa
Athlon 64 FX. Destinado a entusiastas de los juegos y a profesionales que trabajan con aplicaciones de cierto nivel gráfico. Lleva la potencia de los 64 bits al entorno microinformático.
Athlon 64 X2 (doble núcleo). La página web del fabricante dice que trabajar con este procesador es como hacerlo con dos chips. Las esperas que ocasiona el trabajo simultáneo con dos o más aplicaciones exigentes quedan en el olvido.
Sempron. Es la gama baja y está indicado para equipos donde la navegación web y el uso de herramientas ofimáticas supongan el día a día.
Para portátil
Turion 64. Permite el trabajo en entornos mixtos de 32 y 64 bits. Es el indicado para portátiles ligeros donde prime el bajo consumo y la conectividad.
Mobile Athlon 64. Está indicado para usuarios que demanden un equipo más potente, aunque AMD mantiene su apuesta por la movilidad.
Mobile Sempron. Versión para portátil del procesador más básico de AMD. Ideal para aquellos que opten por un equipo asequible.
Para servidor
Opteron. Según AMD, asegura las inversiones de las empresas que en algún momento tendrán que migrar a entornos de 64 bits. No defrauda a nivel técnico y está en el mercado con 48 configuraciones diferentes que van desde los 100 a 2.100 euros.
La batalla con Intel se extiende a todos los terrenos. Uno de los nuevos escenarios de este enfrentamiento será el del salón de casa, un ámbito definitivamente abierto a la informática con la salida del sistema operativo Windows Media Center. En la última edición de CES (Consumer Electronic Show) de Las Vegas, donde cada año se puede ver lo más novedoso en convergencia digital, AMD anunció la aparición de su marca “Live”, un logo que como “Viiv”, la propuesta de Intel, irá estampado en el chasis de sobremesas y portátiles y que dará a entender que el equipo en cuestión está optimizado para el ocio digital. No obstante, Intel extenderá esta certificación a set-top boxes, reproductores de música o incluso servicios de música y vídeo en Internet. Y, al igual que ocurre con Centrino, la etiqueta “Viiv” significará que no sólo el procesador es el adecuado, sino también el chipset y los componentes de conectividad del aparato.