No hay muchas empresas en el sector informática nacional que puedan decir que han llegado a los 40 años. Diode es una de ellas. El mayorista ha pasado por muchos avatares en este tiempo. Fue generalista, fabricó sus propios PC (los Visa), perteneció a una multinacional tecnológica como Getronics y luego a un grupo de directivos, y también a una caja de ahorros (Caja Duero), que acabó vendiéndolo a finales de 2015 a GTI, otro mayorista con solera.
Y en casi todo ese tiempo el alma mater de la compañía fue Agustín Alarcón, que tuvo que reducir drásticamente la plantilla y el nivel de negocio para capear la crisis económica desatada en 2008. De hecho, Diode pasó de facturar 200 millones de euros a principios de siglo a sólo 35 hace unos años. En ese intervalo, como no podía ser de otra manera, también redujo mucho su inventario y se convirtió en el especialista que hoy es, y que trabaja sobre todo la movilidad empresarial, el IoT y las comunicaciones. En julio de 2017, Alarcón dejaba la dirección de la compañía y tomaba el relevo Heraclio Sánchez, que ya había tenido antes relación comercial con Diode al haber trabajado en Zebra y Motorola, dos marcas del catálogo del mayorista.
Un año y medio después de su nombramiento como director general, Sánchez hace balance de la situación, con una compañía ya plenamente integrada a nivel de back-office en GTI y con el papel de especialista asumido por su equipo y por el mercado. Heraclio Sánchez valora “positivamente” su etapa al frente de Diode y asegura que estar integrado en la estructura de su comprador le ha dotado de “mayores recursos y una penetración en el mercado aún más potente”. “Las sinergias entre ambas compañías nos permiten, adicionalmente, ofrecer una gama de soluciones más completa”, añade. En cualquier caso, el directivo aclara que Diode mantiene una “autonomía total” en el grupo, puesto que ambas firmas abordan mercados y fabricantes distintos. Eso se nota hasta en las oficinas, que son independientes, aunque están muy cercanas.
Medio centenar de empleados
En estos momentos, Diode tiene un equipo de más de 30 personas en Madrid y Barcelona que se dedican en exclusiva a ventas, soporte técnico y producto. Además, según su primer ejecutivo, se encuentra en “plena expansión” tanto en España como en los nuevos mercados en los que ha entrado: Portugal, norte de África y Grecia. También cuenta con vendedores dedicados en Lisboa y Casablanca. En total, son más de medio centenar de profesionales los que trabajan para Diode en la actualidad.
En 2018, Diode los tres negocios de Diode crecieron de manera uniforme. Eso sí, Sánchez no da datos concretos de facturación de la compañía. Además, incorporó “nuevos fabricantes de referencia”. Entre las nuevas incorporaciones destacan las soluciones para el punto de venta de Toshiba, las soluciones de gestión de caja del fabricante sueco Gunnebo, o New Vision, que aporta hardware y software de atención al cliente. Para 2019, Diode quiere consolidar la tendencia positiva mostrada en el final de año, donde ha obtenido cifras “record”. Sánchez es consciente de que el crecimiento en este ejercicio vendrá sobre todo del mercado internacional. El directivo dice que las tres áreas de especialización de la compañía (IoT, movilidad y comunicaciones) se van a mantener como focos de negocio, aunque su equipo va a trabajar para fortalecer su oferta “transversal” de servicios y aportará nuevas herramientas financieras. Todo para seguir otros 40 años más en el sector tecnológico.