Por fin se ha hecho la luz en el oscuro túnel en el que se había quedado encerrado el que se autodefine como tercer mayorista del continente europeo en términos de volumen. Después de que en España la compra a manos de Vinzeo haya dado una salida a la filial afincada en Cataluña, el Grupo Otto, que ha decidido desligarse de su negocio de mayoreo informático, también ha encontrado a un buen postor para sus negocios en los mercados de Alemania, Francia, Austria y Holanda. Se trata de Arques Industries, una firma dedicada a la adquisición y revitalización de compañías que no atraviesan por sus mejores momentos. Así, Arques tendrá que pagar 110 millones de euros en metálico por un conjunto de subsidiarias que en el último año han facturado cerca de 2.500 millones de euros, ingresos que le ayudarán a elevar sus propias ganancias hasta los 4.000 millones de euros. En este sentido, el Grupo Otto ha insistido en que las cuatro filiales adquiridas son rentables. Además de los negocios, Arques también será propietaria de dos emplazamientos de 42.000 metros cuadrados localizados en Alemania y en Viena.
Según ha señalado Jürgen Schulte-Laggenbeck, CEO del Grupo Otto, el de Arques ha sido el plan más convincente de los que se han puesto sobre la mesa. Cerca de 1.300 empleados dependen de las decisiones estratégicas que tome el nuevo comprador, una vez que las autoridades europeas den luz verde a la operación. Así las cosas, la única filial que aún no tiene decidido su futuro es la suiza, solución en cuya búsqueda ya está trabajando el grupo alemán.