Espíritu Santo

Como especialista en Infraestructua Avanzada, el partner de Microsoft se encarga de vestir tecnológicamente más de 40 sucursales y de centralizar los sistemas.

Publicado el 21 Mar 2005

Orientada en sus inicios, allá por 1995, hacia la implantación de sistemas e infraestructuras, Kabel es en la actualidad un integrador/consultor de corte eminentemente técnico que divide su campo de acción en tres áreas: desarrollo (aplicaciones propias de negocio sobre plataforma .Net de Microsoft), seguridad e infraestructuras de sistemas (sistemas operativos, comunicaciones, servicios asociados a Internet, almacenamiento, etc.).

La apuesta de Kabel por Microsoft es casi exclusiva, como explica Jesús López, gerente de la compañía, por dos razones: conocimiento y confianza en el producto. Fue en 2002 cuando la compañía se planteó la necesidad de decidirse por una plataforma de desarrollo u otra, siendo .Net la elegida cuando apenas asomaba la cabeza en el mercado. “Nosotros vendemos nuestro conocimiento y por eso era necesaria una formación muy profunda en la tecnología. En estos momentos tenemos la competencia de Microsoft en Seguridad, Networking e Infraestructura Avanzada. Además, estamos en el proceso para conseguir la correspondiente a desarrollo”, explicaba José Tomás González, también gerente de Kabel.
Espíritu Santo es un grupo portugués con presencia en España, donde tiene unas 40 sucursales si se tiene en cuenta no sólo la parte bancaria del negocio, sino también el área de gestoría, y a las que, en breve, se unirá una firma de inversión en bolsa. “El cliente partía de una infraestructura muy básica. El entorno de banca en nuestro país ha empezado a evolucionar hace nada, a salto de mata y muchas veces con agujeros en seguridad muy graves”, explicaba Jesús López. Espíritu Santo, que en España está siguiendo una política de crecimiento basada en adquisiciones, decidía poner los pies en el suelo y definir las bases o pautas tecnológicas necesarias para disfrutar de un entorno controlado, seguro y fiable. Y es ahí donde Kabel entra en juego. “Cuando llegamos lo único que estaba puesto era el cable. Toda la electrónica de red, plataforma servidor y cliente, sistemas operativos, seguridad, backup y, en definitiva, todos los sistemas que permiten que la aplicación de negocio funcione en el entorno distribuido de centrales y delegaciones los implantamos nosotros”. Un plan de sistemas que incluyó una auditoría previa, la revisión de los sistemas y la adaptación de los mismos a las nuevas necesidades. Las mejoras perseguidas pasan por la centralización, implantación de un sistema de inventario de hardware y software, renovación del parque cliente, automatización y gestión de instalaciones, estandarización de la plataforma servidor, gestión de accesos a Internet a través de un sistema basado en ISA Server de Microsoft y, en resumen, toda la arquitectura perimetral del cliente.

Como explicaba José Tomás González, los productos Microsoft implantados han sido Microsoft SMS 2003, Windows Server 2003, Windows XP, ISA Server 2004, SQL y Exchange 2003, entre otros. “Ahora estamos en plena fase de centralización para no dejar nada en las sucursales y vamos a implantar Tarantella sobre entornos de terminales de Microsoft. En cuanto al hardware, cabe señalar que nosotros no actuamos como un reseller, sino que aconsejamos al cliente sobre lo que nos parece la mejor opción. Es una tercera compañía la que vende, quedando la integración en nuestras manos”, apuntaba.
A pesar de las múltiples tecnologías que reúne este proyecto, los responsables de Kabel califican de mediana su dimensión. Además, dado que este partner no dispone de presencia en todo el territorio nacional, la firma se apoya en subcontratas de servicios para el trabajo a realizar en las sucursales. Los ingenieros de Kabel aún están inmersos en un proyecto (la primera fase comenzó en diciembre de 2003) que ha de concluirse a finales de este año. Un broche de oro que consistirá en el suministro de servicios de monitorización, nivel de servicio o en cursos de gestión de red con el fin de que el cliente pueda asumir el control máximo de toda la infraestructura. El mayor riesgo de todo el proceso habrá residido en la implantación de la aplicación de negocio, el alma del banco. “En parte, el despliegue que estamos haciendo está condicionado por dicha herramienta”, afirmaba González. Kabel ha empleado a 5 de sus técnicos en la primera fase, mientras que en la de centralización están trabajando 4. Además, la firma asegura no haber necesitado contar con el apoyo del departamento de soporte Microsoft en lo que va de proyecto.
O lo que es lo mismo, formación a terceros. Este es uno de los servicios que Kabel lleva vendiendo desde sus inicios. “Muchos clientes nos dicen al principio que les quitemos esta parte del presupuesto de la propuesta, pero al final queda demostrado que nosotros nos vamos y que alguien tiene que mantenerlo. Por eso siempre hemos machacado con la idea del valor que tiene la transferencia tecnológica. No es que les queramos cobrar más por las horas de formación, sino que el cliente tenga que llamarnos menos después”, explicaba Jesús López.

La filosofía de Kabel consiste en no dejar atadas a las empresas finales al desarrollo implantado, o al menos eso es lo que mantienen sus máximos responsables. “Es parte de nuestra cultura y en cada proyecto que hacemos ofrecemos siempre esta transferencia de conocimiento. Preferimos que el cliente nos llame para hacer otras cosas y de ámbito que mantener una presencia en su empresa que no aporte ningún valor añadido”, concluía José Tomás González.

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Redacción Channel Partner

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