Intel ha sacado las tijeras y ha anunciado que realizará un recorte de 10.500 empleados en su plantilla. Esta reestructuración de su fuerza de trabajo se hará entre lo que queda de año y el próximo 2007. El objetivo, según ha declarado la propia compañía, es generar unos ahorros de costes y gastos operativos de aproximadamente 2.000 millones de dólares en 2007. Para 2008, la compañía espera que este ahorro alcance los 3.000 millones de dólares. De esta manera, hacia finales de este año, el número de empleados de Intel se habrá reducido hasta los 95.000 en todo el mundo y a mediados de 2007 serán 92.000 los trabajadores los que se mantengan en la compañía.
La mayoría de los despidos que se producirán este año afectarán a las áreas de dirección y marketing, entre otras. En 2007, los recortes estarán relacionados con la mejora en la fabricación y en la forma de eliminar las redundancias en la organización, así como en la mejora de los métodos de los procesos de diseño para los productos. Con todo esto, Intel prevé que el 25% de los ahorros que consiga en los proyectos que desarrolle en 2007 reduzcan los costes de la comercialización de los mismos, y que el resto del ahorro repercuta en la reducción de los gastos operativos.
No es la primera decisión que Intel toma en este sentido. A mediados de julio la compañía mandó a la calle a 1.000 directores con el objetivo de recortar 1.000 millones de dólares en los gastos que soportaba. Entonces, la versión oficial fue la disconformidad del CEO, Paul Otellini, con la poca eficiencia que se derivaba de la lentitud en la toma de decisiones.
