Infinity System, el fabricante nacional de informática afincado en Guadalajara y propietario de la marca Airis, facturará 405 millones de euros en su ejercicio 2006, que finaliza el 31 de marzo, según publica el diario Cinco Días. Esta cifra se sitúa por debajo de los 420 millones de euros que la firma ingresó en 2005. La causa de este descenso en las ventas, según José Vicente Molera, director general de la compañía, hay que buscarla en la intervención que sufrió Infinity por parte de la Agencia Tributaria el pasado mes de diciembre al verse envuelta en una trama de fraude del IVA. Sin embargo, el máximo responsable de la multinacional ha dejado claro que ningún miembro de su organización ha sido detenido y que Hacienda sólo le había solicitado documentación a título informativo.
El fabricante de los equipos Airis trabajaba con una veintena de proveedores nacionales que representaban entre el 20 y el 30% de sus compras. Sin embargo, a tenor de la operación contra el fraude del IVA, la firma de Molera dejó de comprar a los mismos hasta que Hacienda aclarase que no existía ningún tipo de problema legal. Este hecho, unido a que la noticia saltó a los medios antes del inicio de la compaña de Navidad, tuvo como consecuencia que las ventas durante el mes de diciembre del fabricante cayeran un 30% por debajo de sus previsiones. Concretamente, en diciembre de 2006 Infinity esperaba ingresar 33 millones que finalmente se quedaron en 25 millones. A pesar de todo, la compañía ha invertido 4 millones de euros en I+D durante el pasado año, junto con un gasto de un millón de euros en las delegaciones de Shenzhen y Taiwán, 3 millones en Brasil y un millón más en Francia.
2006 no ha sido un buen año para la compañía de Molera. En marzo los trabajadores de la fábrica de Guadalajara se ponían en huelga alegando malas condiciones laborales. Finalmente el fabricante y el Comité de Empresa solucionaron el contencioso, que llegó hasta los tribunales. Después de esto llegó el golpe de la Agencia Tributaria, que el 1 de diciembre desplazaba una veintena de agentes de aduanas a las instalaciones de la compañía en la ciudad alcarreña para llevarse documentación relacionada con el pago del IVA. Infinity espera facturar 470 millones de euros en el próximo ejercicio 2007.