Indra ha publicado las cuentas de su rendimiento durante los primeros seis meses de año. Y ha sido bueno. La multinacional española ha logrado incrementar su facturación un 9% con respecto al mismo semestre del año pasado, al haber ingresado un total de 1.469 millones de euros.
Si nos paramos a analizar estos resultados, vemos que todo sigue exactamente igual a lo que viene sucediendo en los últimos años. El mercado internacional continúa su evolución ascendente, registrando en este primer semestre un incremento del 42%. De hecho, ya representa el 51% de las ventas totales, cuando en 2011 este porcentaje era del 39%. Indra prevé que representen alrededor del 55% de las ventas para el conjunto del ejercicio.
Por mercados geográficos, Latinoamérica sigue un comportamiento muy positivo, con un incremento de ventas del 78%; el grupo Asia Pacífico, Oriente Medio y África acelera su crecimiento hasta un 38% durante el semestre y el mercado europeo registra un crecimiento del 11%.
En cuanto a la actividad de la compañía en España, el mercado nacional continúa su descenso, con una caída del 13% frente al mismo periodo del año anterior, y que se ha visto acentuada por la situación económica actual.
Otra nota negativa es que la multinacional ha registrado una caída del 42% de sus beneficios hasta los 61,4 millones de euros. Y el resultado neto de explotación (Ebit) ha llegado a los 102,8 millones de euros, lo que supone un 27% menos que en el primer semestre de 2011, situando el margen Ebit en el 7%, frente al 10,5% del año pasado.
Finalmente, en cuanto a la contratación, esta ha superado los 1.939 millones de euros, lo que supone un aumento del 11%. De nuevo, el mercado internacional sigue liderando, con un 60% de la contratación total de la compañía. Y la cartera de pedidos ha experimentado un crecimiento del 14%, hasta los 3.716 millones, lo que equivale a un 1,33x veces las ventas de los últimos 12 meses.