En tres o cuatro años, y si todo sale de acuerdo a lo previsto, Panda Security saldrá a Bolsa. Así lo ha asegurado el nuevo responsable de la compañía, Jorge Dinarés, en un desayuno con periodistas que tuvo esta mañana en el SIMO de Madrid. La salida al parqué de la firma, que factura anualmente 100 millones de euros, culminará un proceso de reconversión iniciado hace un año y medio y que ha supuesto cambios importantes en la imagen (el simpático osito ha pasado a mejor vida) y, sobre todo, de orientación. Es previsible también que con la salida a Bolsa de Panda llegue el momento de recoger frutos de los fondos de inversión locales y extranjeros (Investindustrial y Gala Capital están entre ellos) que entraron en el accionariado de la compañía en la primera mitad de este año. Y es que la nueva Panda Security quiere presentarse como un proveedor de herramientas de seguridad de confianza en el duro terreno de la gran cuenta y la administración, ámbitos poco explotados para la marca española y en los que se desenvuelve bien el propio Dinarés, incorporado el pasado 1 de junio y que procede de BMC, una compañía muy centrada en los grandes clientes.
Esto está alterando en alguna medida el mix de producto y de facturación de la compañía, que en estos momentos obtiene un 50% de sus ingresos de sus ventas a consumo y la otra mitad de la empresa. Sólo dos de cada diez euros provienen de proyectos en grandes y medianas cuentas, pero la intención de Dinarés es que el negocio corporativo gane peso. Sus previsiones para este año es que lo generado por las corporaciones crezca más de un cien por cien, mientras que el total de la compañía crecerá alrededor de un 20%, lo que todavía supone “el doble que el mercado de seguridad en España”. Para lograr este propósito, Dinarés asegura que ya ha hecho cambios en la estructura comercial de la compañía y también está buscando integradores y especialistas en seguridad que le ayuden a vender su tecnología en la corporación. Así, en estos momentos está a punto de firmar con tres partners en España y prepara un canal selecto del que, sin embargo, no da detalles. En todo caso, sí confirma que no quiere más de tres o cuatro distribuidores por cada línea de producto: Malware Radar, Panda Security for Internet Transactions, TrustLayer y appliances para la seguridad perimetral.
Jorge Dinarés está convencido de que el ser una empresa con sede en España supone una ventaja competitiva muy seria cuando se trata de convencer a una gran cuenta. “Nosotros tenemos hasta 200 personas aquí que podrían resolver cualquier incidencia a un gran cliente. ¿Quién da más? No creo que los equipos locales de nuestros competidores nos lleguen, siquiera, a hacer sombra”. Al hilo de estas reflexiones, Dinarés, que pide a todos que apoyen a Panda por ser un valor local, se despidió de los periodistas con una perlita: “Si Panda fuera francesa nadie compraría otra cosa en Francia, pero en España las cosas son muy diferentes”.