Como fruto de las campañas “Mystery” o de “comprador misterioso” desarrolladas por Microsoft para identificar distribuidores y tiendas que venden software ilegal, la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife confirmó el pasado mes de noviembre la condena del dueño del establecimiento Sobho Informática de esa localidad a la pena de 5 meses de prisión y el pago de una indemnización a Microsoft de 20.559 euros por considerarse acreditado que la sociedad Infotropolis vendía ordenadores clónicos con licencias fraudulentas de Microsoft. La Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife incautó en ese establecimiento 52 CD y 2 PC que contenían programas ilícitos del fabricante estadounidense.
En esa misma línea, la Audiencia Provincial de Madrid confirmó durante el pasado mes de noviembre la condena impuesta al responsable de la sociedad Uniser SL, radicada en el municipio madrileño de Las Rozas, de 5 meses de prisión por considerar acreditado que a través de dicho establecimiento se vendían ordenadores clónicos sin contar con las oportunas licencias de uso.
“Nos congratulamos de los éxitos obtenidos, que no hubieran sido posibles sin la ayuda y soporte del canal de distribución, y desde Microsoft queremos seguir recalcando la importancia que tiene para la compañía que su canal continúe informando de cualquier irregularidad que detecte en el mercado”, señala Enrique Ruiz Pérez, director de desarrollo de propiedad intelectual de Microsoft Ibérica.
Por otro lado, Microsoft informa de que la Guardia Civil de Pamplona realizó el pasado mes de noviembre una actuación policial contra un revendedor que ofrecía licencias a bajo precio través de la plataforma de venta eBay. Las investigaciones se iniciaron por Microsoft en el mes de octubre y culminaron un mes más tarde con la detención de este revendedor. En la operación, la Guardia Civil incautó en su domicilio falsificaciones de licencias Windows 10 Pro, diferentes imitaciones de certificados de autenticidad (COA) de Microsoft y un ordenador que está siendo analizado. Según la documentación intervenida por la Guardia Civil, el revendedor había adquirido para su venta al menos 706 licencias falsas. Todo el material incautado estaba importado de China.