Por primera vez en nuestro país se ha celebrado una edición más del encuentro de fabricantes de PC europeos organizado por Gartner, que esta vez reunió en Barcelona a principios de mayo a los principales integradores de sistemas del continente con los más importantes fabricantes de componentes del mundo. De hecho, la presencia oriental era de las más destacadas, pues las firmas taiwanesas no quieren perderse una oportunidad como la que representa System Builder Summit Europe (SBSE) para dar a conocer sus últimos lanzamientos, así como ofertas y programas especiales para este tipo de clientes. Éste es el año en que más firmas españolas han acudido y aunque ha sido todo un éxito, con 180 fabricantes de toda Europa y más de 215 asistentes, Montecarlo ha vuelto a ser elegida como sede para la celebración del próximo año, donde se espera superar los niveles de asistencia de esta edición.
SBSE ha sido diseñado específicamente para fabricantes de componentes y software para integración en equipos de sobremesa, portátiles y servidores. En esta ocasión, acudieron firmas desarrolladoras de componentes activos y pasivos, cables, carcasas, chipsets, dispositivos de refrigeración, CPU, DVD, discos duros, dispositivos de entrada y salida, teclados, memorias, ratones, monitores, placas madre, periféricos de comunicaciones, pantallas y dispositivos de seguridad. En lo que a software se refiere, asistieron representantes de firmas desarrolladoras de aplicaciones para recuperación de desastres, aplicaciones generales, Internet, comunicaciones, sistemas operativos, seguridad, gestión de almacenamiento y de sistemas. Por último, también hubo cabida para ISP y otras firmas dedicadas a ofrecer servicios empaquetados para PC y servidores.
En cuanto a los integradores locales, sólo pueden estar presentes mediante invitación personalizada, un trabajo de campo que realizan durante meses empleados de Gartner. Tan sólo son invitados representantes con peso específico lo que los ingleses denominan “decission makers”- en los principales integradores de PC, servidores y portátiles de cada país. De estas compañías, -que fabrican millones de equipos al año, alcanzando un tercio de las ventas totales de PC en Europa-, tan sólo sus más altos ejecutivos y responsables de compras tienen acceso real a System Builder Summit.
La peculiaridad de un evento como este radica en sus sesiones de trabajo. Las firmas productoras de componentes pagan el encuentro, mientras que los fabricantes locales de PC tan sólo han de afrontar el gasto del desplazamiento hasta el lugar del evento. A cambio, los primeros consiguen acaparar la atención de los integradores de sistemas, que en sesiones maratonianas de 9 de la mañana a una del mediodía, son “encerrados” en salas en las que, cada 25 minutos, uno de estos fabricantes “bombardea” con sus presentaciones y ofertas. Tras poco más de una hora de descanso para almorzar, el trabajo continúa en sesiones cara a cara entre fabricantes y OEM. Son tres días de trabajo cuyos frutos se recogen semanas después, pues se trata, fundamentalmente, de un encuentro para hacer contactos, tal y como lo describen la mayoría de sus asistentes.