Como cada septiembre, Apple atrajo el foco mediático en todo el mundo con su presentación de nuevos modelos. En este caso, la novedad fueron los iPhone 15, que destacan sobre todo porque suponen la incorporación definitiva del puerto USB-C a la línea de teléfonos de la manzana. Más allá de eso, los expertos no han visto grandes innovaciones, aunque desde el fabricante han destacado su apuesta por los materiales duraderos (vidrio o titanio) o la incorporación de una cámara de 48 megapíxeles con teleobjetivo x2.
Pero desde el mundo de los reacondicionados, Back Market ha contraprogramado para dar a conocer su oferta, que apuesta por la economía circular y por la sostenibilidad a través de la reutilización de terminales ya usados pero revisados y puestos al día.
En concreto, la compañía de matriz francesa ha lanzado el Proyecto “R”, una activación global sincronizada con el keynote de Apple y destinada a desafiar las percepciones en torno a la necesidad de comprar tecnología “nueva” cada año. Inspirado en el evento anual de nuevos productos Apple, Back Market presentó un “lanzamiento de producto” para un “nuevo” teléfono “R”, entendiendo por nuevo, reacondicionado.
La activación de Back Market tiene como objetivo llamar la atención sobre las grandes empresas tecnológicas como Apple y otras que lanzan modelos nuevos todos los años, los necesite la gente o no. El impacto de la creación, consumo y reemplazo incesantes de dispositivos, junto con la presión cultural de tener siempre el dispositivo más nuevo, está teniendo consecuencias en el planeta que ya no se pueden ignorar.
Las grandes empresas que promueven la compra de tecnología nueva contribuyen a generar 50 millones de toneladas de residuos electrónicos cada año. Los residuos electrónicos representan el 70% de los residuos tóxicos y son el flujo de residuos sólidos de crecimiento más rápido a nivel mundial.
“Los productos de Apple son algunos de los mejores productos jamás creados. Son de una calidad increíble, bellamente diseñados y duraderos. Pero hacer la mejor tecnología del mundo ahora se ha convertido en un problema: se lanzan nuevos teléfonos todos los años, ya sea necesario o no. Cada septiembre, Apple da a entender que nuestros dispositivos actuales han alcanzado su fecha de caducidad y deben ser reemplazados, y eso no puede ser cierto”, comenta Thibaud Hug de Larauze, CEO y cofundador de Back Market. “Al ritmo actual de consumo y deshecho, las emisiones de carbono de los productos digitales representarán aproximadamente el 14% de las emisiones totales para 2040”.
Back Market ha estado promocionando el “teléfono R” desde el 4 de septiembre en Nueva York, París, Londres y Madrid con vallas publicitarias en áreas de alto tráfico como la Gran Vía y Callao y a través de redes sociales como TikTok y YouTube. Sin revelar su marca, Back Market insinuó misteriosamente un “teléfono más sostenible” con lemas como: “R: Una nueva era” “Más verde. más barato. Más R”.
El 12 de septiembre, durante el evento anual de Apple, los anuncios revelaron que el teléfono R era de hecho un teléfono inteligente reacondicionado, porque la elección más sostenible es comprar lo que ya existe, según mantienen en Back Market.
“En Back Market, queríamos llamar la atención del mundo no solo sobre el problema, sino invitar a todos a unirse a nosotros como parte de la solución”, asegura Thibaud Hug de Larauze. “Queremos abrir los ojos de las personas al daño que el ‘culto de lo nuevo’ causa en la Tierra (tanto en el costo ambiental como humano) y el impacto que seguirá teniendo si no se controla. Pensamos que era más impactante hacerlo en el escenario tecnológico más grande, en el momento tecnológico más importante”.