Todo indica que en unos años el coche autónomo será una realidad en nuestras carreteras. En concreto, la consultora Gartner avanza que en 2020 habrá muchos lanzamientos de vehículos que se conducen solos. Sin embargo, habrá que esperar a 2025 para apreciar un impacto significativo de la conducción autónoma en la sociedad y la economía.
Y es que los conductores todavía no lo ven, a pesar de que la tecnología ya haga posible ir de un sitio a otro sin poner las manos en el volante. Una reciente encuesta de Gartner a más de 1.500 personas de Estados Unidos y Alemania dice que más de la mitad de los conductores no tiene en mente montar en vehículos autónomos, mientras que un 30% no considera siquiera la posibilidad de hacerlo en uno parcialmente autónomo. Los fallos tecnológicos y la seguridad centran las sospechas de los encuestados. También preocupa a los conductores cómo lidiar desde un coche que no controlan con las situaciones inesperadas, como peatones o coches que de repente se cruzan.
En todo caso, los encuestados reconocieron que el coche autónomo trae ventajas, como el cuidado del medio ambiente o la reducción del número de accidentes, así como de su gravedad. Además, muchos valoran que el vehículo autónomo sea de ayuda para los conductores cuando están cansados o quieren disfrutar un rato de entretenimiento.
La experiencia de tener un coche, mantenerlo y conducirlo cambiará radicalmente en 10 años, según un análista de Gartner
Además, el estudio de Gartner deja claro que los usuarios que más van a demandar el coche autónomo serán los que hoy recurren a servicios de transporte bajo demanda. El porcentaje de gente que usó en los dos últimos años servicios como Uber o Car2Go pasó de un 19 a un 23%. Sin embargo, la encuesta demostró que todavía son mayoría los conductores que no están dispuestos a renunciar a su coche, especialmente en las zonas periféricas de las ciudades.
“Desde los albores de la industria del automóvil no se había visto un ritmo de inversión de seguridad y tecnología como el actual. La experiencia de tener un coche, mantenerlo y conducirlo cambiará radicalmente en 10 años”, asegura Mike Ramsey, director de análisis de Gartner. Y es que en la actualidad docenas de compañías están desarrollando sensores y otras tecnologías que ayudarán a los coches a reconocer el entorno. Asimismo, casi 50 empresas están construyendo software basado en inteligencia artificial para mejorar el control de los vehículos del futuro. “La tecnología para el coche autónomo cambiará esta industria, la forma en que son construidos, vendidos, conducidos y puestos en servicio los vehículos”, concluye Ramsey.