Cada vez más españoles cuestionan la idoneidad de introducir tecnología en las aulas de educación. Lo confirma un estudio de Ipsos (Education Monitor 2024) realizado en todo el mundo, y que en España contó con la opinión de un millar de ciudadanos.
Los avances tecnológicos han entrado de lleno en los centros educativos desde hace años, un hecho que ha suscitado todo tipo de opiniones y críticas. El estudio de Ipsos demuestra que la ciudadanía está optando por una limitación drástica a que estos avances estén presentes en el día a día de los estudiantes. Así, siguiendo la tendencia global, mientras que, en 2023, un 43% de la población española creía que el impacto de la tecnología en la educación era más positivo que negativo, este año, ese porcentaje baja hasta el 28%. En consecuencia, se eleva el porcentaje entre aquellos que creen que su impacto es más negativo que positivo, situándose este año en un 31%, 11 puntos más que el año pasado.
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La IA generativa también está muy cuestionada
La misma tendencia, incluso más radicalizada, se registra en cuanto a la prohibición del uso de la IA (incluido ChatGPT) en las escuelas, y es que mientras en 2023 un 40% de españoles estaba en contra de prohibir su uso, en esta última edición estudio, es el 39% el que está a favor de hacerlo, dando la vuelta totalmente a la balanza. En cuanto a generaciones, son los millennials los que están más a favor de su prohibición (45%), seguidos de la generación X (39%), la generación Z (38%), y los baby boomers (30%).
La mayoría está por la prohibición de los smartphones
En cuanto al uso de los smartphones, otro de los grandes caballos de batalla dentro del sistema educativo, la mayoría de la población española (63%) apoya su prohibición dentro de las aulas, aunque existen grandes diferencias entre las generaciones, siendo los boomers (70%) los españoles que más se muestran a favor de esta prohibición y la generación X (42%) los que menos. En relación con esto, un porcentaje aún mayor (73%) está de acuerdo en que los menores de 14 años no deberían tener acceso a las redes sociales, tanto dentro como fuera de la escuela.