Había rumores de que Microsoft estaba trabajando en un nuevo dispositivo capaz de plantarle cara al exitoso iPad y ya lo dice el refrán, cuando el río suena… En este caso se han cumplido los augurios y ha sido el propio Steve Ballmer el que ha presentado en sociedad a Surface (lo hizo el lunes en Los Ángeles). Aunque el nombre no es muy original que digamos, pues la compañía ya lo ha utilizado para designar otro producto de su catálogo -una mesa interactiva que permite manejar contenidos digitales a golpe de dedo y que remozó hace poco de la mano de Samsung- según parece se trata de una tableta que promete responder a las expectativas. Es decir, estar a la altura de los competidores (incluidos en el saco los Ultrabooks).
Para ello viene equipada con Windows 8, el nuevo sistema operativo de la multinacional, especialmente orientado a pantallas táctiles, y se lanzará en dos versiones. La primera vendrá provista de procesador Nvidia y memorias de 32 y 64 Gb. Con una pantalla de 10,6 pulgadas, USB 2.0 y una carcasa de magnesio llamada VaporMg y con 9,3 milímetros de grosor, su peso será de 676 gramos.
De otro lado, se espera que el segundo modelo sea más grande (rondará el kilo), contará con un chipset de Intel y, según Reuters, habrá dos configuraciones disponibles de 64 y 128 Gb. Eso sí, saldrá al mercado unos tres meses más tarde.
En lo que respecta al precio, la compañía de Redmond no ha querido desvelar este dato aunque se prevé que costará lo que un portátil ligero dotado de procesadores Intel. Como plus, se le podrá añadir un teclado de material flexible que estará disponible en cinco colores diferentes.