La práctica de eSports es ya una de las formas de ocio favoritas de millones de personas en todo el mundo, especialmente en las edades comprendidas entre los 18 y los 35 años. Las competiciones internacionales, que cada vez cuentan con más jugadores y equipos profesionales, son eventos capaces de movilizar a muchos miles de gamers y sus audiencias son de millones de espectadores.
También son una gran oportunidad para la industria del PC, que ha visto como sus ingresos caían en los últimos años. Equipos más baratos, con ciclos de vida más largos y un movimiento de los usuarios hacia dispositivos como tablets y smartphones han reducido este mercado y sus márgenes de beneficio. El usuario gamer, por el contrario, renueva su equipo con frecuencia y no escatima en gastos para conseguir unos fps (imágenes por segundo) más en su juego favorito.
Es por eso que muchas compañías se han decidido a orientar su oferta a dispositivos y periféricos para juegos, pero el caso de MSI es extraordinario. Tras lanzarse en 2007 a los dispositivos mini notebook, entonces en plena eclosión, comprendieron que la compañía no teníafuturo en ese sector. En palabras de Sam Chern, responsable de marketing de la compañía, “HP y Dell no dejan hueco en el sector de los PC corrientes”.
Sin capacidad para competir en una guerra de precios y sin posibilidad de diferenciarse en un sector en el que las especificaciones de los productos están estandarizadas, MSI decidió reinventarse y enfocarse al nicho de equipos para juegos, donde los márgenes son más amplios, tanto en lo económico como en lo referente al desarrollo del producto.
El valor de ir contracorriente
En plena era de los portátiles ultraligeros, que maximizaban la duración de la batería a costa del rendimiento, MSI apostó por algo completamente distinto. Un portátil de 3kg de peso y una autonomía de una hora parecía una locura condenada al fracaso, pero se convirtió en una línea de producto muy apreciada por los gamers y estuvo en su catálogo durante años. Sólo siete añosdespués de este atrevido movimiento, el beneficio por acción –medida de la rentabilidad de una compañía– se ha multiplicado por 18.
El secreto del éxito no está sólo en una idea atrevida. La compañía debía transformarse en una compañía centrada en gaming y, para ello, contrataron a reconocidos gamers capaces de aportar su experiencia y de comprender las necesidades y preferencias del sector. En 2012, Henry Lu, co-fundador de MSI, exigió a toda la plantilla la máxima implicación. Hasta 400 personas abandonaron la compañía en los dos años posteriores, mientras que otras muchas se unieron a ella: la empresa se renovó para ser capaz de resolver las necesidades de un usuario extremadamente exigente.
La diferencia reside en esta experiencia: muchas marcas pueden ofrecer portátiles potentes con especificaciones elevadas, pero sólo MSI ofrece características que aportan un valor añadido para gaming a la tecnología: refrigeración, conexión de red optimizada, sistema de sonido y las mejores pantallas4K se integran para que la experiencia de juego sea perfecta.
Con el ADN del gamer
La clave está en trabajar con sus usuarios muy de cerca, algo que le diferencia de otros competidores que también quieren formar parte del pastel de los eSports. Eric Kuo, vicepresidente de marketing y responsable de ventas de portátiles, explica que no sólo muchos de sus responsables de producto y desarrolladores son gamers. “Nos comunicamos en el mismo idioma, buscamos a gamers de todo el mundo para escuchar sus valiosas aportaciones. Estamos orgullosos de tener el ADN de los gamer”.
Esta voluntad no son sólo palabras. En los hechos se traduce en iniciativas que acercan a MSI a los usuarios. En la oficina de Barcelona, abierta en 2008, trabajan 15 personas centradas fundamentalmente en marketing y atención al cliente. Allí los gamers tienen las puertas abiertas para probar nuevos productos (Test Drive) o participar del MSI Fan Day. MSI también participa en eventos para gamers. Y la relación es de tú a tú, de gamer a gamer. Cuando formas parte del juego no necesitas ponerte en la piel del usuario: el usuario eres tú.
