Samsung ha elegido la feria de Barcelona para dar a conocer el Galaxy S5, la última versión de la familia de smartphones más popular del mundo, de la que ya ha vendido más de 200 millones de terminales. Más de 4.000 invitados a la presentación del nuevo modelo pudieron conocer de primera mano las principales novedades de un dispositivo que incorpora nuevas funcionalidades de seguridad y resistencia, incluye sensores biométricos y ofrece una mayor duración de la batería. JK Shin, consejero delegado de la firma coreana, se desplazó a Barcelona para la ocasión y desmenuzó las principales virtudes de un modelo con 5,1 pulgadas, cámara de 16 megapíxeles y autonomía de hasta 10 horas en navegación y 12 en vídeo.
El certificado IP67 implica una mayor resistencia al agua y al polvo, una característica que ya incluían otros fabricantes pero que ahora parece que comenzará a incluirse de serie. Además, incluye escáner de huellas dactilares para desbloquear el smartphone, entrar en el modo privado o hacer pagos a través de Paypal, una forma de acceder a tu teléfono mucho más precisa, cómoda y rápida que los patrones o las contraseñas, y con un nivel de seguridad mucho más alto.
Era cuestión de tiempo que los smartphones, los auténticos killers del resto de dispositivos, incorporaran sensores biométricos propios de los nuevos accesorios inteligentes o wearables. En línea con esta nueva tendencia dirigida a incluir novedades el gigante coreano incorpora el S Health, con monitorización de pasos y calorías y sensor de frecuencia cardiaco para conocer el estado físico.
Los ingenieros de Samsung saben que uno de los puntos débiles es la corta duración de la batería y por eso han trabajado duro para incorporar la solución Ultra Power Saving Mode, que apaga todas las funciones salvo mensajes y llamadas, y deja la pantalla en blanco y negro. Con un interfaz de botones más grandes y sencillos el nuevo modelo estará disponible el 11 de abril en 115 países y saldrá a la calle en cuatro colores (blanco, negro, azul y dorado).
