¿Por qué tu jefe debería regalarte un viaje?

Cada vez son más las empresas que apuestan por este modelo como incentivo

Publicado el 27 Ago 2018

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¿Las vacaciones y la productividad tienen una relación directa? Es una pregunta que llevan haciéndose años las empresas para ver hasta qué punto la depresión postvacacional y la interrupción de la rutina laboral perjudican en los resultados o, por el contrario, ayudan a desconectar y mejorar las ganas del trabajo. Un gran ejemplo es Luxemburgo, uno de los países más productivos del mundo y con más vacaciones remuneradas, según los datos del Banco Mundial. También sucede algo parecido con Noruega, uno de los países donde menos horas se trabajan, y con mayor productividad por persona por hora. En el caso de España, nuestro país no lidera el ranking de los países con más vacaciones, y el tampoco de más productividad. Aparte de las directivas laborales de cada estado, cada vez más empresas se apuntan a nuevas vías de flexibilidad e incentivos con sus trabajadores. Kiwi.com, el metabuscador de viajes especializado en conexiones de vuelos, ha analizado los principales beneficios que supone viajar en una empresa.

Mejora la creatividad

Visitar nuevos destinos y estar en contacto con otras culturas nos ayuda a generar más empatía, pero a la vez también nos permite conocernos mejor a nosotros mismos. A qué hora cierran los negocios, qué se compran en los mercados locales, cómo coger un transporte público. Este tipo de actividades rutinarias fuera de nuestra zona de confort estimulan nuestra parte más creativa favoreciendo el desarrollo de ideas, sobre todo, cuando hay que trabajar en proyectos en los que el target es diferente a nuestro perfil. Para fomentar esto, desde Kiwi.com sugieren hacer uso de las herramientas de “cualquier destino” e incluso “múltiples destinos”. En este sentido, la función Multicity de la plataforma, llamada NOMAD, permite a los usuarios automatizar completamente la ruta de su viaje a múltiples destinos y que así haya un mayor ahorro. Cuantos más lugares diferentes visitemos en un periodo corto de tiempo, más estimularemos el pensamiento espontáneo, disminuyendo los bloqueos y la distracción en nuestros planes diarios.

Disminuye el estrés

Un viaje bien planificado nos ayuda a desconectar y reduce la ansiedad. Pero esto no es una fórmula matemática. Para que esto ocurra, desde Kiwi.com aconsejan reservar vuelos un día o dos después de comenzar las vacaciones y dejar también este margen para el regreso. Lo ideal es poder comenzar y terminar las vacaciones con un periodo de transición para que no se produzca un cambio brusco, sobre todo, entre un pico de mucho trabajo con otro momento más ocioso. También recomiendan reservar viajes que incluyan algún tipo de garantía para proteger al pasajero en caso de cancelación de vuelos, retrasos o cambios de horarios.

Fomenta el compañerismo

Este es un apartado delicado, que requiere mucha atención. Los incentivos económicos suelen ser unas de las principales preferencias de los empleados. Sin embargo, no siempre tienen una relación directa en la mejora de la productividad, sobre todo, si el trabajador no asocia el producto o servicio en el que lo ha invertido con los resultados de la recompensa de su trabajo y la valoración por parte de la empresa. Por este motivo, los regalos más intangibles, como un viaje, sí crean un vínculo emocional más directo y, a su vez, tienen un carácter más homogéneo y menos desigualitario entre personas de diferentes salarios. Por otra parte, es importante analizar si los empleados comparten algún souvenir o comida tras sus vacaciones. Este tipo de actuaciones generan ambientes de trabajo estables y, por lo general, esto siempre es buena señal para que los resultados se consigan.

¿Cómo hacerlo?

Unos de los mejores momentos para motivar a tu empleado es el día de su cumpleaños o algún otro aniversario que celebre. Puedes darle el día libre y sorprenderle con unos billetes de avión a la localización de la serie de la que siempre está hablando. Cuando regrese de sus vacaciones, evita poner reuniones a primera hora de la mañana y permítele que presuma de su moreno de playa. Tampoco le cargues con demasiadas tareas antes de irse del trabajo. Y en vísperas de puente o festivos, dale flexibilidad para marcharse un poco antes. También es fundamental que deje el móvil del trabajo en la oficina y no llamarle por teléfono salvo circunstancias muy graves. Recuerda que la planificación y una supervisión óptima y a tiempo son claves para que esto no suceda, y esto es responsabilidad tuya si eres su jefe. Con todos estos consejos, verás que su viaje siempre será de ida y vuelta.

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