Android sigue siendo el líder absoluto en el mercado mundial de smartphones. De acuerdo con el último análisis de IDC, se comercializaron 211,6 millones de teléfonos inteligentes Android durante el tercer trimestre de 2013, lo que supone un 81% del total. Es la primera vez en su historia que la propuesta de Google alcanza esta cota. Y es que, a pesar de que se trata de un negocio ya maduro, subió un 39,9% en los meses de verano.
La consultora también destaca en su informe el espectacular despegue de Windows Phone que creció un 156% respecto al mismo periodo del año anterior. No en vano, el sistema de Microsoft partía de una base pequeña de 3,7 millones de unidades y ahora apenas llega al 5% de cuota. Los esfuerzos de la firma de Redmond, con el apoyo de Nokia, ayudaron a impulsar la plataforma.
De acuerdo con el investigador Ramón Llamas, ambos sistemas –a pesar de sus diferencias en lo que participación se refiere-, tienen en su poder un importante factor de éxito: el precio. Los dos disponen de una selección de dispositivos lo suficientemente baratos como para ser asequibles en un mercado masivo. No en vano, los precios medios de venta de estas soluciones han seguido cayendo a la par que la demanda de móviles más económicos aumenta. De hecho, este ratio descendió un 12.5% en el tercer trimestre (unos 317 dólares de promedio).
Al mismo tiempo, la industria ha experimentado una gran afluencia de teléfonos inteligentes con pantalla grande (entre las 5 y las 7 pulgadas), conocidos como phablets. Casi todos los fabricantes de Android han añadido alguno de estos modelos a su portfolio (también lo ha hecho Microsoft con los Nokia Lumia 1320 y 1520). Representaron en este periodo el 21% del mercado de smartphones, frente al 3% de hace un año. “Creemos que la ausencia de un dispositivo de amplia pantalla ha contribuido a la incapacidad de Apple para aumentar su cuota en el tercer trimestre”, concluye el investigador Ryan Reith.