Intel lanzó el Proyecto Athena en el CES de Las Vegas de 2019. Con Athena, Intel quería asegurarse de que los portátiles que llevan sus procesadores están a los niveles de rendimiento y autonomía que hoy se le suponen a los dispositivos móviles más avanzados, y que los usuarios ya experimentan en muchos casos con sus smartphones y tablets. También Intel buscaba que los notebooks con Windows que están por encima de los 1.200 o 1.500 euros estuvieran en la línea de prestaciones del MacBook Pro, donde la batería y el diseño son elementos diferenciadores.
Athena (pronunciado “azina”) es pues un proyecto para certificar los mejores portátiles del mercado, los que mejor pueden responder a un usuario hiperconectado y casi siempre en tránsito. Jesús Sánchez, director de consumo en el suroeste de Europa de Intel, recuerda que los equipos que están bajo el paraguas de Athena tienen como público objetivo a las personas que tienen la movilidad como premisa fundamental, pero que también tienen que ser productivos. “Estos usuarios necesitan el ordenador para crear contenido, para compartirlo, para jugar o para estar en redes sociales”.
Intel informa que, después de un año y medio casi de Athena, ya hay más de 40 referencias de producto que cumplen con sus parámetros. Son equipos para profesionales, pero también los hay de consumo. En cuanto a sistema operativo, cargan Windows, pero también hay Chromebooks. Y también son variopintos si se atiende a formatos y tamaños de pantalla. Y no digamos por marcas, puesto que primeros fabricantes de ordenadores, como Acer, HP, Asus, Lenovo o Dell, ya han certificado alguno de sus portátiles o convertibles. Es el caso, por ejemplo, del HP Dragonfly o del Lenovo Yoga C940.
Énfasis en la duración de la batería
En esta primera hornada de dispositivos Intel ha cuidado sobre todo tres parámetros: que el nivel de respuesta del aparato sea constante, independientemente de si está conectado a la red eléctrica o funciona con batería; que la duración de la batería sea de al menos nueve horas en unas condiciones de uso normal (brillo de pantalla alto, conexión wifi activada, full HD…); y que la velocidad de puesta en marcha sea de menos de un segundo. Además, los portátiles que hoy llevan el distintivo “Diseñado para el rendimiento móvil” de Intel, que es el que permite visibilizar a los equipos del Proyecto Athena, deben contar con una función de carga rápida que permita recargar cuatro horas de batería en sólo 30 minutos.
Jesús Sánchez, de Intel, avanza que próximamente el Proyecto Athena irá marcando otras exigencias a los fabricantes de portátiles, como incorporar inteligencia en la batería, incorporar conectividad Thumderbolt 4, preparar sus equipos para redes 5G o incorporar pantallas duales, entre otras cosas. Para sacar adelante Athena, Intel trabajn con más de 100 partners y cuenta con tres laboratorios en todo el mundo que verifican los avances del hardware.