La empresa Voxel, especializada en el desarrollo de soluciones tecnológicas para el sector turístico, ha promovido la firma de un manifesto suscrito por cerca de 100 empresas del sector turístico, solicitando una implementación equitativa de la ley de facturación electrónica ante la preocupación por la complejidad que va a suponer su implantación.
Entre los firmantes se eencuentran grandes cadenas hoteleras con presencia global, hoteles independientes, gestoras hoteleras, tour operadores internacionales, agencias de viajes, proveedores y partners tecnológicos ya han firmado el manifiesto por una Implementación Equitativa de la Ley de Facturación Electrónica en el Sector Turístico y Horeca.
Héctor Martín, vicepresidente de ventas globales de Voxel, explica que están detectando una creciente preocupación entre las empresas del sector turístico ante el impacto de esta legislación que, según ellos, está redactada de forma que podría desatender las necesidades y complejidad operativa de este sector.
Voxel detalla en su manifiesto algunas de las inquietudes que comparte el sector turístico ante la inminente llegada de la e-factura obligatoria entre empresas, entre las que destacan en primer lugar, la gran carga administrativa que requiere la identificación manual de proveedores. En cuanto a esta problemática, Voxel propone la creación de una base de datos pública accesible para facilitar la identificación automática de los puntos de entrada de facturación electrónica de sus proveedores.
Por otro lado, otra de las preocupaciones de la industria es la propuesta del Gobierno de utilizar formatos genéricos de e-factura, lo que representa un desafío significativo para el sector turístico y la hostelería, ya que el formato estándar dejaría de lado datos e información detallada esencial y crítica para la operativa diaria del sector, como son los números de reserva, de albarán, las cantidades, unidades de medida, localizador de reservas, fechas de check-in y check-out, entre otros.
Para ello, Voxel sugiere la creación de una lista adicional de formatos que puedan ser aprobados y utilizados según las necesidades específicas del mercado.
En tercer lugar, la falta de claridad y la actual ambigüedad en la normativa sobre el uso de firmas delegadas y los desafíos en la gestión de la firma electrónica avanzada.