Solo las empresas con un alto grado de digitalización podrán cumplir con la Directiva de Debida Diligencia en Sostenibilidad (CSDD), recientemente aprobada por el Parlamento Europeo. La norma exige aplicar políticas de ESG -medioambientales, de sostenibilidad y buen gobierno- en las actividades corporativas, incluidas las compras.
Este ha sido uno de los temas principales del 27 Congreso de la Asociación Española de Responsables de Compras (AERCE), celebrado en IFEMA (Madrid).
Carlos Tur, country manager de Jaggaer, compañía especializada en comercio B2B y particpante en el evento, mencionó que los estados miembros tendrán dos años para transponer las nuevas normas a sus leyes nacionales, lo que implica monitorizar a los proveedores de principio a fin en las cadenas de suministro. “Y lograrlo en 2027, como pretende la ley para las grandes compañías (más de 5.000 empleados y ventas de más de 1.500 millones de euros), es ambicioso”, comentó Tur.
Para el directivo de Jaggaer, a pesar de que esta exigencia llegará en tan corto plazo, “la mayoría no tienen la tecnología, personas y recursos para poder realizarlo en interno y necesitan de un proceso digitalizado y apoyo externo para cumplir con estas legislaciones”.
De hecho, destacó, “un 33% de las empresas con más de 100 millones de euros de facturación sigue sin utilizar tecnología para sus procesos de compras”, según el último test de autoevaluación sobre madurez en la función de compras de Forsitis.
La aplicación de políticas ESG en compras, la gestión de emisiones y la huella de carbono, la economía circular, o los nuevos indicadores de compras sostenibles han sido protagonistas de este congreso, junto a la digitalización y la inteligencia artificial.