Se avecina una gran migración. Y es que los clientes que continúen con Windows Server 2003 a partir del 14 de julio de 2015 no recibirán actualizaciones ni parches de seguridad por parte de Microsoft. Ese día la compañía finiquita el soporte que ha dado al sistema operativo de servidor durante 12 años.
“Para que nos hagamos una idea, en 2014 se detectaron y solucionaron en torno a 20 vulnerabilidades de seguridad para Windows Server 2003. Este tipo de detección y prevención de amenazas no se seguirá llevando a cabo una vez se cumpla la fecha de fin de soporte. Y un solo servidor sin actualización de seguridad puede poner toda la infraestructura de una compañía en peligro”, avisa Emilio Paz, responsable de Windows Server en Microsoft Ibérica.
Pero no queda ahí la cosa: las empresas que no evolucionen pueden tener problemas para cumplir con las diversas regulaciones en materia de protección y almacenamiento de los datos, lo que, a la postre y dadas las multas que se aplican, puede ser más caro que la propia actualización de los servidores. Además, los costes de propiedad (TCO) y mantenimiento se pueden disparar con un sistema antiguo y sin actualizaciones.
El mundo de ayer, y las posibilidades de hoy
El mundo ha cambiado mucho desde que Windows Server 2003 salió al mercado. Por aquellos tiempos, la nube seguía siendo exclusivamente un fenómeno meteorológico, los smartphones como tales casi no se conocían, las pantallas táctiles eran casi ciencia-ficción y las tablets estaban en la Edad de Piedra. En 2003, el acceso a Internet se hacía siempre desde el PC, y a unas velocidades que hoy nos parecerían ridículas.
Por lo tanto, podemos decir que Windows Server 2003 no se concibió con el telón de fondo de los dos grandes escenarios de la informática corporativa actual: la movilidad y el cloud. Por eso, los clientes de Microsoft con infraestructura corriendo sobre Windows Server 2003 tienen ahora la oportunidad de adaptarse a los nuevos tiempos y actualizar sus sistemas de gestión.
Y lo pueden hacer, como recuerda Emilio Paz, consolidando servidores y actualizando con Hyper-V en Windows Server 2012 R2; actualizando aplicaciones que permiten nuevos escenarios móviles; implantando Office 365 para entornos de productividad y de colaboración (Sharepoint); creando máquinas virtuales en Microsoft Azure para, por ejemplo, alojar sitios web o aplicaciones; y, por último, usando Azure para crear nuevas aplicaciones SaaS. Es decir, no se trata de una migración más, se trata de darle la vuelta a la informática de la compañía.