El negocio del almacenamiento de datos en las empresas vive una realidad contradictoria. Por un lado, se venden más sistemas debido a la eclosión del tráfico y de los datos que manejan las compañías. Sin embargo, el mercado crece poco o en algunos puntos está estancado porque el coste medio del Terabyte sigue bajando. Los datos de 2013 que proporciona Gartner son concluyentes. Aquel año la capacidad de almacenamiento en disco que sirvieron los fabricantes subió un 17,5%, mientras que la caída del precio medio del “tera” fue del 20%.
En todo caso, 2015 será clave en el ámbito del storage porque hay muchas revoluciones en marcha. Una de ellas es la eclosión de la memoria Flash, una tecnología más rápida y fiable que el tradicional disco mecánico y que, a poco que baje de precio, acabará por extenderse más allá de los entornos críticos y de gran rendimiento donde se va imponiendo.
También los clientes empezarán a ver este año las ventajas del software defined storage o SDS. Es la llegada de la virtualización y la automatización al mundo del almacenamiento, tendente a ahorrar a las empresas los fallos que puede producir la manipulación humana y también a acelerar la puesta en marcha de servicios. Y la otra gran noticia para los agentes que se la juegan en el mundo del almacenamiento va a estar, cómo no, en la nube. Todo indica que muchos clientes optarán por despliegues híbridos (de cloud privada y pública, y de sistemas in-house). Las empresas demandarán toda la flexibilidad del mundo para mover servicios de un entorno a otro, y para hacerlo sin complicaciones. En este punto, cabe decir que los fabricantes deberán adaptar sus sistemas para trabajar sin dificultades en entornos como Azure o Amazon, o en plataformas como OpenStack.
El canal deberá estar muy atento a estos cambios. Hoy una empresa pequeña puede llevar todo su almacenamiento a la nube pública, lo que convierte a los proveedores de servicios y a las operadoras en mediadores estrella. Sin embargo, nadie duda de que el integrador seguirá siendo clave, a pesar de que cada vez haya menos negocio asociado al hardware. Al fin y al cabo, el especialista en storage es el mejor conoce al cliente y el único capaz de dar coherencia a la diversidad de sistemas en las empresas y, por último, de modernizar las infraestructuras de tantas medianas y pequeñas empresas lastradas todavía por un almacenamiento obsoleto.