Aumenta la densidad de robots en las empresas automovilísticas de Estados Unidos

Este hecho supone un fortalecimiento en la industria del país frente a otras naciones. Pero es además un salvavidas para su economía

Publicado el 14 Abr 2021

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Recientemente se ha revelado un aumento en la presencia de robótica industrial en compañías automotrices estadounidenses. Este hecho supone un fortalecimiento en la industria del país frente a otras naciones. Pero es además un salvavidas para su economía.

Estados Unidos en el séptimo lugar de densidad robótica en empresas automovilísticas

Naturalmente Estados Unidos no es el único país en el mundo interesado en la robótica de las industrias automovilísticas. Y al contrario de lo que pudiera creerse, tampoco es el más avanzado en la automatización. Sin embargo, los cambios recientes han subido su posición en el ranking.

Así las cosas, ahora la nación estadounidense ocupa el séptimo puesto de la densidad robótica en empresas de automóviles. Esta subida en las posiciones se debe a que alcanzó un nuevo récord. El mismo es de 1.287 robots industriales instalados por cada 10.000 trabajadores o empleados.

En su puesto actual, Estados Unidos se encuentra en condiciones relativamente similares a Alemania. Este último país, de gran peso en la industria automovilística, presenta una densidad de 1.311. De igual forma rivaliza con Japón, cuya densidad de robótica es de 1.248.

La automatización como clave para la recuperación de la industria automotriz

La situación pandémica que ha azotado al mundo entre el año anterior y el presente ha comprometido la economía. En el caso particular del área automovilística estadounidense, el impacto se ha notado primordialmente en la producción. Las grandes marcas han visto reducida la oferta que antes podían brindar al público.

Sin embargo, aunque el Covid-19 sea algo nuevo, no puede decirse lo mismo de la situación. Las crisis económicas mundiales han existido desde hace siglos. Y una que particularmente afectó a la industria de coches en Estados Unidos fue la de 2008.

En ese año hubo despidos masivos por la incapacidad de las empresas para sostener a todo el personal. Por fortuna, el repunte llegó pronto. Muchas de las compañías, en un intento sumamente arriesgado, decidieron invertir en la automatización. Fue así como la robótica empezó a crecer.

Como es lógico, en esa oportunidad Estados Unidos comenzó a aumentar su densidad de robots. Pero asimismo se consiguieron crear múltiples puestos de trabajo. Esa experiencia es vital para entender cómo la densidad de actual ayudará a las compañías de coches a resurgir.

Expansión del interés norteamericano en la robótica industrial

Se ha descubierto también que la industria de autos no es la única que está invirtiendo en la robótica. Empresas de ramas muy distintas han empezado a apostar por la automatización. En ese sentido, se estima que fuera del sector automovilístico hay unos 139 robots por cada 10.000 empleados.

Desde luego, esa densidad es menor que la que ha tenido la industria automotriz. No obstante, es mucho más elevada que la que se vio en décadas anteriores. Y es que muchas compañías dedicadas a la producción de otros bienes difícilmente se habían fijado en la robótica.

Un dato curioso al respecto es el cambio que hubo en el pedido anual de robots de 2020. Tradicionalmente las fábricas de coches habían sido las más demandantes. Pero por primera vez el resto de empresas alcanzó la demanda mayor. La cifra aumentó un 7% en comparación con 2019.

Esos datos dan cuenta de que un gran sector empresarial está empezando a cobrar conciencia sobre la automatización. Esto se encuentra lejos de ser un problema para la industria automovilística. Porque mientras más compañías demanden robots más se acelerará el desarrollo robótico.

La importancia de formar a las empresas en el uso de la robótica

Más allá de que sea beneficioso el aumento en la densidad de robots industriales, es necesario generar conocimiento sobre su uso. Las compañías automovilísticas tienen que conocer a fondo la automatización y sus implicaciones.

Una formación constante en torno al tema garantizará el éxito del repunte de la industria. Cada compañía sabrá qué tanta automatización requiere y cómo adaptarla a sus circunstancias particulares.

De ese modo, se evitará que el aumento en la densidad se acabe convirtiendo en algo negativo. Antes bien, este gran cambio terminará multiplicando la eficacia de la producción. Y en consecuencia, la economía automotriz se levantará más rápido.

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