Avaya se ha acogido al denominado “capítulo 11”, que es como en Estados Unidos se conoce al concurso de acreedores. Avaya espera acabar con este proceso en 90 días, un tiempo en el que aprovechará para reestructurar su negocio y sus deudas mientras, eso sí, mantiene la operativa.
Con este movimiento, Avaya, histórico proveedor de soluciones de comunicación para empresas y para el contact center, y que en los últimos años ha llevado su catálogo de producto a la nube, espera reducir su deuda más de un 75%, pasando de casi 3.400 millones de dólares a 800 millones, con vencimiento en 2028.
Con la medida, Avaya espera liberar 600 millones de dólares que le servirán para afrontar el proceso de innovación de sus tecnologías.
De esta manera Avaya, con sede central en Carolina del Norte, responde a una caída drástica del negocio, que se desplomó un 36% en el último trimestre. Avaya ha dicho que continuará sirviendo a clientes y partners sin interrupción, hasta que acabe su reorganización, en un plazo de dos o tres meses.
Hay que recordar que en septiembre pasado, Avaya ya anunció una reducción de costes y plantilla. Además, Avaya abandonó la Bolsa a finales de diciembre, después de que sus acciones perdieran un 99% de su valor en el último año. Es la segunda vez en seis años que Avaya se acoge al capítulo 11.