El big data se perfila como una de las tecnologías con mayor proyección de crecimiento en los próximos años. Está en todas las quinielas de las consultoras y de los principales protagonistas del sector. El mensaje siempre es el mismo: producimos y consumimos tal cantidad de información que resulta imprescindible procesarla para sacar provecho de ella. Como una letanía, se habla de ella por activa y por pasiva pero lo cierto es que, al cierre de estas líneas, no se ven muchos proyectos en marcha. O, al menos, no se comunican lo suficiente. No es de extrañar, por tanto, que el canal de distribución todavía no sepa a qué atenerse o, dicho de otro modo, qué tiene que ofrecer a sus clientes. A su favor hay que decir que tampoco los propios fabricantes se ponen de acuerdo para definir este concepto que, dicho sea de paso, se utiliza para denominar muchas cosas. A todo ello debemos añadir que tampoco hay informes fiables sobre cómo está el negocio en España, por mucho que se pregone su halagüeño porvenir. Para IDC, las tecnologías relacionadas con entornos cloud, big data, móviles y sociales, en su conjunto, suponen tan sólo el 25% del gasto total en TI en nuestro país. Así pues, da la sensación de que se están haciendo castillos en el aire pues dicha consultora espera que en 2014 comiencen a “concretarse” más propuestas de valor en torno a big data.
Asimismo, un estudio de EMC indicaba que el 29% de los profesionales de TI de los 510 entrevistados afirmaba haber obtenido ya ventajas competitivas como resultado de la aplicación de tecnologías de big data analytics y que un 55% creía que las empresas e instituciones que las utilicen lograrán un mayor éxito. Sin embargo, un 38% de las compañías no tienen planes para implantarla frente al 48% que no los tenían en 2012. A este particular, Alejandro Giménez, CTO de EMC, confiesa que en nuestro país grandes bancos, corporaciones del sector de utilities y telecomunicaciones e, incluso, la Administración Pública, están mostrando interés por iniciativas de esta índole. A ellos le seguirán negocios más pequeños, comenzando por las franquicias para dar paso a micropymes y emprendedores y desembarcar, finalmente, en el ciudadano de a pie que la consumirá como un producto acabado que contratará as a service. “En menos de un par de años se demandarán analíticas en todos los niveles”, señala. Idéntica percepción agorera posee Ángel Fernández, director general de Hitachi Data Systems Iberia: “El big data de hoy tiene como principal objetivo extraer datos valiosos para las empresas, con el objetivo de incrementar nuestra habilidad para posicionar y vender productos. Sin embargo, el big data de mañana tendrá un impacto mayor en la sociedad, al tiempo que vayamos dominando la información generada por las máquinas”. Y como si de una film de ciencia ficción augura un panorama en el que los sensores y las máquinas de los hogares, sistemas de transporte e incluso nuestros cuerpos, estarán pronto generando y compartiendo información con otras máquinas. Por eso las empresas tendrán que colaborar y aumentar su inversión en I+D en varios sectores. “Es la única forma para hacer frente a los grandes volúmenes de datos del mañana”.
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