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La pandemia ha cambiado muchos hábitos y procesos en España y en el resto del mundo. De la noche a la mañana impuso el teletrabajo en muchas compañías, obligó a atender muchas consultas médicas por teléfono o por videoconferencia y también mandó a casa a millones de estudiantes de todos los ciclos formativos, que, de forma precaria en muchas ocasiones, pudieron seguir las clases en remoto y sólo a través de la tecnología.
Es decir, la Covid-19 obligó a una digitalización acelerada en el sector educativo y está por ver ahora si ese proceso se va a refinar y va a culminar. Si va a ir más allá de la compra masiva de ordenadores y tabletas por parte de las administraciones y se van a imponer proyectos globales que comprendan el hardware, pero también el software, las redes, los contenidos digitales y, sobre todo, la adecuada formación del profesorado, pieza clave para mover los colegios a otra dimensión. De todo esto hablaron varios partners expertos en una mesa redonda organizada por CHANNEL PARTNER y patrocinada por los mayoristas Esprinet y MCR.
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Los profesores, en la diana
Ana Pamplona, B2B & digital área manager de Esprinet, rompió el hielo para asegurar que, aunque las ventas de tecnología para educación han ido bien, “sigue habiendo mucha demanda de digitalización en los coles”. Y, además, advirtió de que queda lo más difícil, que es sacar adelante buenos proyectos. Por su parte, Ignacio Tosca, manager del negocio de educación en MCR, alabó la capacidad de los centros docentes y del canal para poner en marcha muchas soluciones colaborativas en poco tiempo con el objetivo último de responder al reto de la pandemia.
Pablo Márquez, director técnico de Aotech, rápidamente introdujo en la charla uno de los temas que más determinan el grado de digitalización de la escuela: la formación y actitud hacia la tecnología que tienen sus docentes, puesto que sin maestros y profesores concienciados y preparados cualquier inversión es baldía, según todos los expertos. Márquez fue claro al asegurar que hay “una falta total de conocimiento técnico en los profesores” y que incluso hay profesionales de la docencia “que no quieren aprender”.
Por su parte, José Ramiro Martínez, fundador y CEO de Globalnet Solutions, apuntó que los docentes no miran a lo digital porque eso supone “abandonar su manera tradicional de trabajar, su zona de confort”. Además, señaló que, aunque estamos en un momento “muy bonito que podría dar lugar a un cambio de modelo”, todo puede quedar en nada si no hay ayuda de las administraciones. “Hay centros educativos que tienen apilados miles de dispositivos. Tiene que haber una tecnología con propósito. No se trata de tener equipos y wifi, sino que tiene que haber un cambio total. Tiene que haber planes de formación en competencia digital a tres o cinco años”, explicó Martínez.
Comprar dispositivos es lo más fácil
Borja Rullán, director del sector público en NTT Data, señaló que el objetivo último de todos estos movimientos es que los alumnos “sean digitalmente competentes”, e incidió en lo perjudicial que son las inversiones que se hacen sin un plan claro. “Las administraciones históricamente compran dispositivos, y eso es fácil de justificar. Pero es más complicado justificar la educación en competencias. Ahora tenemos el riesgo de que haya vuelta atrás. Hay riesgo que las aulas se llenen de equipos, pero sin saber para qué están ahí”.
Por su parte, Pedro Órtola, channel manager de Oodrive, cambió de tercio para recordar que durante la pandemia las academias de formación sí que se lograron adaptar a las circunstancias y luego ha habido muchas que han aprovechado ese tirón modernizador. “Muchas academias adoptaron herramientas gratuitas para dar clases online y compartir documentación. Hubo interés en todas en salir adelante”. Mientras tanto, Borja López, director del área de formación de SCL Consulting, se refirió a los cambios que la digitalización ya venía produciendo en la educación universitaria antes de la pandemia. “Hay universidades que llevan en este modelo mucho tiempo. UNIR es un ejemplo claro de cómo hacer las cosas. En la pandemia tuvimos situaciones muy dispares. Hubo profesores que no llegaron a conectar bien con sus alumnos. Pero los que han sabido hacer las cosas se están haciendo de oro”.
También echó la vista atrás Almudena Bodega, senior account executive de Goom Spain, para recordar que durante lo peor de la Covid-19 “los profesores y los padres se vieron desbordados”. “Ha faltado un plan para todo el sector. Los profesores han tenido que innovar para hacer las cosas más amenas para los más pequeños. Pero queda mucho por hacer en primaria y secundaria”. Además, Bodega apuntó que falta mucho conocimiento en los centros docentes y en las instituciones educativas sobre la migración a la nube y lo que les puede aportar.
José Garrido, socio director de Innocion, fue más allá y aseguró que hace falta “un cambio cultural” a nivel general. “No debemos caer en la trampa de pensar que esto se arregla con máquinas. Si sólo pensamos en máquinas, descuidamos por ejemplo el tema de la seguridad. Además, si los profesores no tienen esa cultura digital, difícilmente van a conectar con los alumnos”.
