La actualidad del sector TI ha vuelto a centrarse en las supuestas irregularidades contables de una compañía que también han derivado en el despido de un alto ejecutivo. Si hace tan sólo una semana Computer Associates anunciaba el cese de Sanjay Kumar como presidente y consejero delegado del fabricante de software (funciones que ejercía desde hacía cuatro años) debido a las supuestos fraudes fiscales que ocurrieron bajo su gerencia, ahora ha saltado a la palestra el caso de Nortel Networks. Ayer mismo, la firma de networking despidió a Frank Dunn, que durante los últimos tres años ha ostentado el cargo de CEO de este fabricante, y a dos miembros de su equipo: Douglas Beatty, director financiero, y Michael Gollogly, auditor de cuentas. Estos dos últimos ejecutivos ya habían sido suspendidos de empleo el pasado mes de marzo a raíz de las investigaciones que están llevando a cabo la SEC (Security Exchange Commission, la máxima autoridad bursátil de los Estados Unidos) y su equivalente en Canadá, la OSC (Ontario Securities Commission). En concreto, estos organismos están revisando las cuentas de Nortel Networks correspondientes a los ejercicios comprendidos entre su año fiscal 2000 y el primer semestre de 2003. Aunque la investigación continúa abierta, el fabricante ya ha señalado que, una vez ajustados todos los números, el beneficio de 732 millones que obtuvo el año pasado podría verse reducido a la mitad.
William Owens, administrador de Nortel desde febrero de 2002, ha sido nombrado nuevo consejero delegado. Owens también es conocido por haber participado como comandante de la sexta flota estadounidense en la operación “tormenta del desierto”, en enero de 1991, tras la invasión de Irak a Kuwait.
