En 2009, el Centro de Servicios Científicos y Académicos de Cataluña (CESCA) decide ampliar su oferta con nuevos servicios críticos para las universidades públicas catalanas, el CESIC o la Generalitat así como los departamentos de I+D de empresas farmacéuticas. Con la ayuda de Satec, aborda entonces un proceso de renovación de su infraestructura de almacenamiento, que a día de hoy continua, teniendo como tecnología base las soluciones de NetApp.
Su primer objetivo en esta modernización es “reducir la diversidad de productos de almacenamiento y de protocolos de acceso a los diferentes sistemas”,como explica Jordi Guijarro, jefe del Servicio de Operaciones y Seguridad del consorcio. Por ello, se plantea como un requisito clave del nuevo sistema “que ofreciera servicios NAS y SAN en un mismo entorno”, añade Guijarro. En este sentido, querían “un sistema de alta disponibilidad, redundancia y que nos permitiera asumir los nuevos retos que nos planteábamos”, anota.
La solución elegida fue un sistema NetApp FAS3170A, “por la facilidad de gestión y consolidación que nos ofrecía, ya que un único equipo permite diferentes protocolos (NAS tanto NFS como CIFS/SAN FC, iSCSI, FCoE), así como por la facilidad de crecimiento para poder acometer nuevos proyectos y servicios”, justifica el directivo. Además, se trata de “una solución de alta capacidad para servicios repositorios y de alto rendimiento para servicios de supercomputación”, añade.
La cabina de NetApp almacena los cálculos de los trabajos de los usuarios de supercomputación, un entorno que requiere un alto rendimiento; aloja los servicios de repositorios digitales que albergan enormes cantidades de información, como archivos PDF (de tesis, artículos de revistas….), fotografías o páginas web, que exigen una elevada capacidad; y da soporte a los nuevos servicios de administración electrónica, para los que la fiabilidad de los datos y la alta disponibilidad es primordial.
Tras dos años de operatividad, la CESCA empieza a demandar de este sistema un aumento de la capacidad en disco, por lo que decide introducir una segunda cabina de NetApp para evitar, tal y como señala Guijarro, “limitar la cabina productiva”. En esta ocasión, el CESCA implanta un modelo FAS2240, que contempla una parte productiva, “básicamente para tareas de archivado”, y así quitar trabajo a la primera cabina dedicada a servicios críticos, y el back-up. Esta ampliación les ha proporcionado “escalabilidad, redundancia, estabilidad, preparación para el futuro y rendimiento”, como apunta el responsable de Operaciones y Seguridad del CESCA. Este segundo sistema entra en producción en 2012 y ofrece una capacidad de almacenamiento de 87,3 TB netos.
Finalmente, la tercera fase del proyecto se acomete este año, y lleva a cabo la actualización de toda la infraestructura a Data ONTAP 8.1 con la que el CESCA ha obtenido “la posibilidad de administrar la infraestructura desde un único punto, tener la misma capa de middleware en toda la infraestructura de almacenamiento, mayor rendimiento, más distribuido y alineado al tipo de servicio”, destaca Jordi Guijarro. En la actualidad, el CESCA sigue evolucionando el proyecto que inició en el año 2009 con la posibilidad de incorporar SnapVault para hacer los backups más automáticos.