La industria del GIS en España goza de buena salud. Al menos esta es la opinión de los principales actores de este mercado presentes en nuestro país. Diversos factores han propiciado que el empleo de soluciones, tecnologías y servicios ligados al terreno de los Sistemas de Información Geográfica hayan experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años y que se hayan convertido en una herramienta indispensable para la toma de decisiones empresariales. Ni que decir tiene que uno de los signos que dejan patente su evolución es que ya no se trata de una ciencia requerida exclusivamente por la Administración Pública (aunque siga siendo su principal demandante), otros segmentos están convencidos de todo lo bueno que puede aportar a su negocio, como que les permite gestionarlo optimizando costes y tiempo.
Pero no hace falta mirar tan alto (ni tan corporativamente) para darse cuenta de su extendida aceptación en la sociedad: en el ámbito particular cada vez es más habitual la utilización de terminales que hacen uso de capacidades de geolocalización como callejeros o mapas que detectan la mejor ruta a seguir o nos facilitan la ubicación de un determinado restaurante, una gasolinera y, por supuesto, una dirección. Atrás ha dejado la coletilla de “tecnología nicho” con aplicaciones muy verticalizadas para ciertos sectores muy concretos (que requería conocimientos y recursos de hardware específicos para su explotación), para erigirse como una propuesta puntera e innovadora al alcance de todos. Y esta transformación se ha dado a raíz, por una lado, de una serie de avances como el veloz aumento de las tasas de transferencia de datos de las redes de telecomunicaciones de última generación, de la capacidad de proceso de los ordenadores y de la aparición de dispositivos móviles. A ello hay que añadir otro hecho que explica Pedro Torres, director de marketing de Esri: “Durante mucho tiempo hemos vivido un proceso de generación y corrección de información. Este trabajo ha permitido que actualmente tengamos la capacidad de actualizar información con mucha calidad en un intervalo de tiempo muy corto”. Pero a estas mejoras técnicas y de procedimiento, hay que sumar la llegada de otros actores que han provocado que el GIS se haya democratizado. Jacobo Monsell, director de Geoespacialen el departamento de soluciones tecnológicas de Indra, es muy claro al respecto: “Después de 18 años ofreciendo soluciones y servicios ligados a GIS, hemos podido observar que la aparición de players a nivel internacional, como Microsoft y Google, con la puesta en escena de aplicaciones con Bing Maps, Google Maps o Google Earth, han tenido un efecto catalizador dentro del sector, en la medida que han popularizado el uso de herramientas GIS a un público que previamente no tenían acceso a las mismas”. En su opinión, estos servicios y su posterior integración en la Social Media están generando un gran campo de actividad y oportunidad que tendrá un largo recorrido en los próximos años. Idéntico parecer manifiesta Pedro Torres, de Esri, para el que ya no hablamos de una tecnología meramente empresarial y accesible sólo a unos pocos. “Su proyección social está cogiendo fuerza gracias, entre otros aspectos, a que ha habido un programa de disponibilidad y acceso a la información por parte de la Administración Pública”. Y continúa: “Son muchos los usuarios que pueden utilizar información pública para crear sus propias aplicaciones. Esta accesibilidad, unida a la facilidad de uso de nuestra tecnología, que cada vez es más intuitiva, ha permitido poner en marcha nuevos proyectos y generar una conciencia social de la importancia de la geografía a la hora de mejorar los resultados empresariales”. Todo ello sin menoscabar la relevancia que han tenido los callejeros online en tanto en cuanto “han creado un caldo de cultivo óptimo para insertar la localización en nuestras vidas, ya que han acercado este componente a la sociedad”, confiesa.
Tradicionalmente, el sector público ha sido el principal cliente de los sistemas de geoposicionamiento para cubrir servicios ligados a la gestión de patrimonio y del tráfico, del ciclo de vida del planeamiento urbano, seguridad policial o del catastro, entre otros, dando lugar a una cuota de demanda de entre el 50 y el 60% del mercado. Sin embargo, actualmente otros terrenos como utilities, medio ambiente, telecomunicaciones, transporte y logística o defensa ha empezado a llevar a cabo proyectos de este tipo. Y es que, como especifican desde Esri, debido a su capacidad de análisis, los GIS están vinculados a proyectos de gran envergadura, lo que cuadra perfectamente con estos perfiles. Como dato significativo, actualmente todas las infraestructuras de transporte en España (carreteras, ferrocarriles y aeropuertos) se están gestionando con la ayuda de tres soluciones de este calado que Indra ha definido e implementado para la DGT, Adif y Aena.
Lo negativo del asunto es que la restricción presupuestaria ha provocado que este jugoso cliente haya dejado de invertir con la misma intensidad y priorice el mantenimiento de las iniciativas que ya tenía en marcha. No obstante, la relación entre la Administración y los SIG está muy consolidada pues se trata de herramientas diseñadas para mejorar la gestión de tiempo, esfuerzo y dinero, algo muy necesitado en estos críticos momentos. Además, la tecnología sigue evolucionando y permite ofrecer un valor añadido con nuevos productos o funcionalidades: procesamiento en la nube o movilidad, por ejemplo.
En el otro lado de la balanza se coloca el sector privado que gracias al avance de estas soluciones experimentado en los últimos años –unido a su popularización- ha empezado a demandar este tipo de sistemas. Principalmente es la gran cuenta quien encuentra en este negocio un perfecto aliado para sus opciones de desarrollo y crecimiento. Pero parece ser que también la pyme empieza a encandilarse con sus encantos con ofertas que no supongan un gran desembolso. “Desde Esri España estamos prestando especial atención a las pequeñas empresas, emprendedores y desarrolladores, creando aplicaciones de acceso gratuito y poniendo a su disposición contenidos para que puedan desarrollar sus propios proyectos con un menor coste económico y asegurándose los resultados”, expone Pedro Torres, que continúa: “De este modo, el coste a la hora de acceder al GIS ya no es un problema debido a que hay diferentes soluciones que se adaptan a los distintos perfiles empresariales”.
