Según un estudio de IDC, el negocio generado por el cloud computing alcanzará los 217 millones de euros en 2011, lo que supone un crecimiento del 42% frente al año anterior. Las organizaciones españolas, dice la consultora, cada vez tienen un mayor conocimiento sobre lo que implica un modelo cloud, lo que está provocando un incremento en su adopción. IDC resalta que las características de esta modalidad de ofrecer tecnología –servicios estándares y compartidos, soluciones paquetizadas, autoservicio, escalable, precio basado en uso, accesible vía Internet, tecnologías UI estándar y publicación de servicios/API– se traducen en un uso más eficiente de los activos de TI, una mayor agilidad para lanzar nuevos servicios y una mayor eficiencia en costes.
Según este informe, titulado Cuando las empresas se rinden al cloud, en las organizaciones españolas aún existe un alto desconocimiento sobre el cloud computing (49%), pero aquellas que sí conocen el nuevo modelo (51%) han comenzado a adoptarlo: el 15% sobre el total de empresas analizadas y el 30% sobre las empresas que conocen esa modalidad.
Aunque cualquier sector de actividad es susceptible de utilizar servicios cloud, los que más rápido los están adoptando son la administración y el sector de servicios públicos (utilities), superando la media del 15% del total de las compañías analizadas. Le siguen los de distribución y financiero, próximos a ese 15%. Por último, el sector industrial es el más reticente a adoptar cloud computing (algo más del 10% de las empresas).
Por tipo de aplicaciones, las colaborativas y de negocio están siendo las primeras en adoptar este modelo, seguidas de la infraestructura web y el almacenamiento, que se encuentran a las puertas de esta adopción masiva. En el lado opuesto se ubican las aplicaciones de desarrollo, que serán las últimas en hacerlo.
Según el estudio, el 49% de las empresas españolas que utilizan el modelo cloud lo hacen con aplicaciones colaborativas, un 47% con aplicaciones de negocio, y un 13% con aplicaciones de desarrollo. No obstante, el futuro, según IDC, no será blanco o negro. Habrá muchas combinaciones posibles en los desarrollos de las emrpresas en este ámbito. Es lo que los expertos llaman entornos híbridos. En cualquier caso, la cloud privada es la elegida por la mayoría de las compañías (en torno a un 80%), ya sea en sus inversiones actuales como en sus planes a corto plazo. Las organizaciones que eligen esta modalidad de implantación identifican como factores clave para su despliegue la virtualización de servidores, la monitorización de recursos en tiempo real y la automatización de aprovisionamiento del servicio.
En cambio, el porcentaje de empresas que apuestan por el modelo de cloud pública es bastante menor, situándose en un 30% del total de compañías que utilizan la nube. Asimismo, las firmas consideran como esencial de esta oferta la realización de acuerdos a nivel de servicio (SLA).
“Cada vez los clientes preguntan más por los servicios de cloud, pero les inquieta saber dónde está y cómo se maneja su información. Por eso es imprescindible contar con una solución integral de infraestructura que además de ser flexible garantice esa seguridad y el cumplimiento de las normativas en materia de protección de datos”, advierte David Sánchez, promotor de productos cloud en Acens, uno de los promotores del estudio.
“En EMC nuestro objetivo es acompañar a nuestros clientes en su viaje hacia la nube. Una correcta aproximación hacia el cloud computing se traducirá en mejoras del rendimiento y en una mayor agilidad y flexibilidad para el negocio. A medida que el viaje avance, facilitará que las TI funcionen como un servicio y se percibirán claramente los beneficios económicos, con la reducción de los gastos operativos a favor de las inversiones generadoras de valor”, explica Daniel Calvo, director de consultoría tecnológica de EMC, otro de los promotores del informe.
Por último, Luis Miguel García Oliva, director de Estrategia de Plataforma y Seguridad de Microsoft, el tercer patrocinador del trabajo, aseguró que su empresa apuesta por “un modelo híbrido, en el que el cliente, teniendo en cuenta sus necesidades, sea el que decida dónde tener sus servicios pudiendo convivir alternativas on-premise y cloud apoyándonos en la apertura e interoperabilidad de nuestros servicios online”. “Estamos convencidos de que este modelo será el que perdure”, apostilló.