El Gobierno vasco se dispone a dar el paso de liberar el código fuente de sus aplicaciones. Una información del Diario El País especifica que el Ejecutivo regional está preparando un decreto por el que hará obligatoria la publicación del código fuente de las aplicaciones desarrolladas por la administración vasca. Al mismo se deberá adjuntar la documentación necesaria para comprender este código.
El único límite estará en las aplicaciones en que esta liberalización ponga en peligro la seguridad y en aquellas que se hayan desarrollado con colaboración privada. La intención detrás de esta medida es reutilizar el código para diversas aplicaciones, con lo que se reducirán los costes de desarrollo. Pero es que la apertura del código también ayuda a que otros aporten soluciones, lo evalúen y lo critiquen, mejorando el producto. Algo imposible si la solución es propietaria, es decir, desarrollada por una empresa privada. La crisis y las restricciones presupuestarias obligan. No está mal que por esta coyuntura se adopte finalmente una iniciativa que redunda en la modernización y en la eficacia.
Andalucía fue pionera y después le siguieron Cataluña y Extremadura. Todo el sector público estará obligado, desde la propia administración hasta fundaciones o empresas públicas. El Centro Nacional de las Tecnologías en Fuentes Abiertas (Cenatic) considera que sólo el 27% de los usuarios decide reutilizar el código de otros, pero es que sólo el 18% llega a liberarlo realmente a la comunidad.