  Cualquier fabricante y distribuidor de informática está obligado por ley a recoger los equipos viejos y reciclarlos correctamente. La legislación española así lo contempla desde 2005. Para facilitar las cosas, las marcas, que son las que deben correr con los gastos derivados de este tipo de actividad, se han asociado para conseguir procesos eficientes y asequibles. Ecofimáticaes una fundación en la participan una veintena de fabricantes de copiadoras, impresoras y faxes (el 90% del sector), y que tiene como objetivo precisamente gestionar la recogida y el tratamiento de los residuos que generan los millones de aparatos viejos de este tipo que se generan en España cada año.
En la década que lleva operando, Ecofimática ha facilitado el tratamiento de más de 20.000 toneladas de producto. Además, su capacidad ha ido creciendo con el tiempo, y solo en 2011 logró dar una salida correcta a 3.100 toneladas de equipos usados. Para hacerlo posible, Ofimática trabaja con 700 distribuidores y puntos de venta que pueden acudir a 40 almacenes repartidos por todo el país. En última instancia, los aparatos van a parar a ocho plantas donde son tratados de una manera profesional.
  A pesar de estos números, los gestores de Ecofimática y de las empresas asociadas creen que todavía queda por hacer. En los clientes falta conciencia y falta ver que una política medioambiental fuerte es un valor a tener en cuenta. Al canal de distribución le hace falta entender que un buen servicio de gestión de residuos como el que proporciona Ecofimática es también un valor añadido que mejora su relación con las empresas y que, además, resuelve de un plumazo la logística ligada a los equipos antiguos. Para hablar de todo ellos, CHANNEL PARTNER y Ecofimática organizaron un desayuno de trabajo con el fin de despertar en el canal un verdadero interés por esta actividad.
José Pérez, director general de la Fundación, tomó en primer lugar la palabra para repasar los retos pendientes: “Hay que apelar a la conciencia medioambiental, aunque no es suficiente para aumentar en los niveles de recogida y de reciclaje. Lo más importante es que la ley obliga a los fabricantes a asumir financieramente el reciclaje y el canal no tienen que desembolsar ningún dinero. Ecofimática es la solución para un problema, y además no tienen ningún coste”.
Ramón Martín, subdirector general de Ricoh, aseguró que existe conciencia ecológica en el mercado. “Estamos en un buen momento. Hace unos años, en el año 2000, el mensaje no se llegaba a entender demasiado, pero las cosas han cambiado. La red de distribución ha ido comprendiendo la necesidad del reciclaje y luego los clientes han ido demandando soluciones sostenibles”.
También se mostró optimista Augusto López de Sa, EPS European Partner de Canon, que dijo que España es uno de los primeros países del mundo en la implantación de ISO 14000 o “ISO verde”. “El canal suele ser reactivo en estas cuestiones, pero ya hay un sector que esta viendo las ventajas de adelantarse a las necesidades del cliente. Son gente que va al cliente y pregunta directamente si quiere que le retiren los equipos antiguos. Sabemos que la cuestión medioambiental es un factor de compra para un 60% de los usuarios. Si además el canal es proactivo, creo que hay mucho que ganar”.
En su opinión, los distribuidores que prueban a trabajar con Ecofimática acaban repitiendo porque ven cómo mejora el servicio sustancialmente. José Pérez no lo ve tan claro. Él cree que la cuestión medioambiente viene a ser la cuarta o quinta prioridad que tiene en la cabeza un gerente del canal. “Muchos no ven las ventajas que hay en ello. Además, tienen que evitar la tentación de derivar los equipos a intermediarios ilegales”.
Precisamente, sobre la entrada en esta actividad de agentes que operan al margen de la ley y que no respetan los procedimientos [la ley obliga a una recogida selectiva y a una descontaminación de ciertos elementos] habló Augusto López de Sa, de Canon: “Hay cadenas ilegales que se acercan a los distribuidores y se interesan por equipos grandes que tienen muchas partes metálicas. Además, luego lo tiran donde sea, a un vertedero o a un río. Estos canales ilegales le dan un dinero extra al distribuidor. Incluso asaltan puntos limpios”. En el mercado negro, una impresora o copiadora de tamaño medio de 400 o 500 kilos puede reportarle al distribuidor 80 o 90 euros. “Estos canales no se persigue en España, y es una verdadera pena para todos”, señaló Gonzalo Torralbo, secretario de Ecofimática. Pérez los calificó de “verdadera sangría”.
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