Los partners TI empiezan a considerar la posibilidad de contar con seguros de responsabilidad civil profesional ante incidencias, aunque aún no valoran en su justa medida los riesgos que conlleva no estar cubiertos por ninguna póliza. Esa es la principal conclusión de un estudio conducido por CHANNEL PARTNER, en colaboración con Hiscox, en el que han participado casi 70 profesionales del sector TI y que confirma el progresivo interés de los socios TI por proteger sus negocios.
Las empresas del sector TI aún desconocen la ventaja de contratar un seguro de responsabilidad civil profesional para estar cubierto ante posibles incidencias y eventualidades. Las 70 empresas que han contestado la encuesta desarrollada por CHANNEL PARTNER, en colaboración con Hiscox, aseguran mayoritariamente que aún no se han visto envueltas en procesos de demanda por errores en la actividad profesional.
Aunque los profesionales consultados conocen la existencia de seguros de responsabilidad civil profesional, todavía hay un 36% que no han apostado nunca por una cobertura similar
Sin embargo, los involucrados en alguno de estos conflictos confirmaron, a partes iguales, que el seguro cubrió los gastos o bien que la empresa tuvo que hacer frente al pago exigido. Lo cierto es que, aunque los profesionales consultados conocen la existencia de seguros de responsabilidad civil profesional (75% de los encuestados), todavía hay un 36% que aseguran no haber contratado nunca este tipo de pólizas.
Entre los riesgos que más preocupan a los empleados destacan el retraso en la entrega de un proyecto (40%), la pérdida de datos de un cliente por un error de programación (36%), las reclamaciones por presuntos errores en el tra- bajo entregado (16%) y la infracciones de derechos de autor (4%).
En relación a las coberturas más valoradas, destaca por encima de las anteriores los gastos de defensa ante cualquier demanda o reclamación (52%), los errores profesionales (40%) y la infidelidad de los empleados (8%). Internet también se ha convertido en la referencia a la hora de contratar una póliza de RS profesional, según confiesan el 48% de los consultados.
No obstante, otro 52% prefiere contar con el asesoramiento de un profesional especializado.
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Contrato de servicios con seguro
A la hora de recomendar a los clientes la posible contratación de un seguro al encargarle un proyecto o servicio las respuestas son variadas aunque más de un 21% ya se decanta por aconsejar esa opción. Aún hay un amplio porcentaje de empresas que no toma en consideración esta posibilidad (42%) y otro 21% no lo tiene claro porque no es la persona que decide.
Más rotundos se muestran a la hora de valorar si exigen un seguro cuanto trabajan con un proveedor de servicios. En estos casos contestan de forma negativa un 63% de los encuestados frente al 31% que lo hacen de forma afirmativa. Parece claro que todavía queda mucho por hacer en materia de concienciación y evangelización entre las compañías del sector TI.
A mayor conocimiento mayor capacidad de estar preparado ante posibles demandas de los clientes.
Seguros, un sector boyante y en ebullición
Después del acelerado proceso de transformación digital que han vivido las empresas, es prioritario evitar que cualquier contingencia o eventualidad dé al traste con todo el trabajo de renovación y automatización de procesos que se ha llevado a cabo. Para ello, es bueno que las compañías tengan seguros para protegerse ante estos posibles riesgos.
Según Unespa, la asociación del seguro en España, los ingresos de las aseguradoras por primas a cierre de año se situaron en 64.673 millones de euros, un 4,65% más que un año atrás. De la facturación lograda a lo largo del ejercicio, el ramo de cobertura para empresas y los seguros de multirriesgos fueron los que mostraron un mayor dinamismo. Las pólizas empresariales, donde se incluyen los seguros de responsabilidad civil ante incidencias, sumaron 9.765 millones de euros y repuntaron un 5,14% en los últimos 12 meses. La protección de la actividad empresarial abarca distintos riesgos habituales asociados a los bienes inmuebles como son las averías, robos, incendios, montajes o el transporte. No obstante, ahora también hay que considerar los riesgos asociados a los ataques y amenazas cibernéticas que pueden provocar el cierre de las empresas.