Según un estudio realizado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas sobre la contribución del capital a la productividad de la economía, España, entre 1995 y 2002, ha tenido un ritmo medio anual de inversión en nuevas tecnologías superior al de países como Alemania o Francia, según publica hoy el diario El País. En concreto, roza un 2% anual. Pesa a estas cifras, el rendimiento de la tecnología no ha incidido mucho en el proceso productivo español debido a la falta de formación de los trabajadores en estas materias, lo que hace que no se aproveche la inversión realizada. Para los autores de este estudio, es necesario que se lleve a cabo una exhaustiva formación en tecnología tanto en las empresas como en las escuelas, para que así los trabajadores sean capaces de obtener un rendimiento similar a sus vecinos europeos y estadounidenses.
Pero estas cifras chocan con las conclusiones recogidas en el Informe Ontiveros, un estudio realizado por expertos dirigidos por el catedrático de economía, Emilio Ontiveros, y con el que el Gobierno pretende trazar las líneas maestras de sus programas de inversión tecnológica en los próximos años. En él se afirma que España está expuesta a un elevado riesgo de exclusión digital, al estar muy lejos de cumplir las ocho dimensiones consideradas críticas para que se aumente la competitividad nacional, según marca la Agenda de Lisboa. Este informe afirma que España mantiene un retraso en el crecimiento de la productividad y en el grado de inserción en la sociedad de la información, puesto que si se compara el patrón de crecimiento español con el de otros países, el de España ha sido mucho más bajo, situándose por debajo de la media de Europa y la OCDE. Una situación que ha sido calificada por los expertos como insostenible a medio plazo, al no contar con la dotación de capital tecnológico y humano suficiente para competir en un entorno global basado en el conocimiento. Para intentar solucionar esta situación, el Informe Ontiveros propone que se lleve a cabo un acuerdo de Estado para acelerar la inserción de España en la sociedad de la información.
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