Los agentes inteligentes son una de las aplicaciones más populares de la inteligencia artificial desde hace años y ahora vuelven a ponerse de moda. Estas piezas de software, que están en el corazón de dispositivos que usamos a diario, son capaces de tomar decisiones y actuar sin supervisión en función de la información que reciben. Los asistentes personales, las aplicaciones de geolocalización que nos guían por una carretera, los programas que en una página web nos hacen recomendaciones o la aspiradora inteligente que decide por nosotros por dónde pasa para recoger la basura del suelo son algunos ejemplos de agentes inteligentes.
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¿Qué es un agente de IA?
Un agente inteligente de IA es un software que realiza tareas en nombre de un usuario. En este sentido, son autónomos, de ahí que se esté popularizando la denominación de “agente autónomo”. Puede automatizar procesos, tomar decisiones e interactuar de forma inteligente con su entorno. Los agentes de IA son entidades diseñadas para percibir su entorno y emprender acciones con el fin de alcanzar objetivos específicos. Estos agentes pueden estar basados enteramente en software o ser entidades físicas, como un termostato o una aspiradora inteligente.
ChatGPT y los chatbots no son agentes de IA
Es importante distinguir el agente inteligente del chatbot. Los agentes de IA y chatbots difieren en su propósito y capacidad. Mientras que los chatbots están diseñados para interactuar con humanos, los agentes están diseñados para completar tareas autónomas. Los chatbots suelen basarse en texto o voz, mientras que los agentes de IA pueden adoptar la forma de una aspiradora robótica o una máquina de café muy automatizada, por ejemplo.
Por otro lado, los llamados AI agents tampoco tienen que ver con herramientas como ChatGPT, con la que tienes que interactuar como ChatGPT. En su lugar, los agentes de IA son programas diseñados para realizar tareas basándose en su entorno.
Características de los agentes inteligentes
- El agente tiene capacidad de raciocinio.
- Es autónomo, es decir, puede funcionar sin intervención humana. De ahí que se los llame también “agentes autónomos”.
- El agente aprende por sí mismo en función de la información que recibe y guarda.
- Puede interactuar con el entorno que le rodea.
- Tiene la capacidad de cooperar con otros agentes para cumplir una labor en concreto.
- Un agente puede tomar decisiones propias y obrar según su criterio.
- El comportamiento de un agente es determinado de acuerdo a la información percibida del entorno.
- Si el agente tiene una secuencia de actuaciones, es debido a la captación continua de información de la cual es sensible.
Tipos de agentes de inteligentes de IA que existen
Los agentes inteligentes de IA se suelen clasificar por sus objetivos y utilidades. Estos son los seis tipos que existen:
Agente de reactivo simple
Cuando un tipo de percepción específica se ajusta a una regla ya establecida, el agente reacciona justo de la manera en la que fue programado para ello.
Agente reactivo basado en modelo
Facilita la simulación de respuestas e interacciones en un ambiente previamente preparado. Así, es capaz de analizar comportamientos y los efectos que estos tienen en el espacio donde se actúa.
Agente basado en metas
Combina características de los dos agentes anteriores. Tiene una meta específica, lo que quiere decir que ha sido programado para buscar el camino más eficiente y las acciones necesarias para cumplir su propósito.
Agente basado en utilidad
Cuenta con múltiples objetivos, además de una herramienta específica para evaluar su comportamiento en relación a sus metas preestablecidas.
Agente que aprende
Persigue el aprendizaje continuo y la resolución de diversas metas a medida que opera. Es un sistema de gran complejidad, ya que, gracias a su diseño, puede interactuar con el mundo real.
Agente de consulta
Está compuesto de diversos agentes y se dedica a contestar las preguntas que realizan las personas que interactúan con el sistema. Si los agentes no pueden aportar la respuesta que busca la persona, se generarán nuevos, que explorarán más bases de datos para tratar de dar con una solución completa al problema.
Ventajas de utilizar agentes inteligentes de IA
Los beneficios de usar agentes inteligentes de IA en casa, en una empresa o en organismos públicos son muchos, y tienen que ver en su mayor parte con incrementos de la productividad. Estos son los más reseñables:
Mejora de la productividad
Los agentes inteligentes pueden automatizar tareas repetitivas y tediosas, permitiendo que los empleados se concentren en actividades más estratégicas y creativas.
Reducción de costes
Al automatizar procesos, se disminuyen los errores humanos y se optimizan los recursos, lo que puede traducirse en una reducción de costes operativos.
Disponibilidad total 24×7
Estos agentes pueden operar de manera continua sin necesidad de descanso, lo que mejora la atención al cliente y la eficiencia operativa en aquellos departamentos en los que son desplegados.
Toma de decisiones informada
Los agentes inteligentes pueden analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real para tomar decisiones más precisas y basadas en datos.
Adaptabilidad y aprendizaje
Estos agentes pueden aprender de sus experiencias y adaptarse a nuevas situaciones, mejorando continuamente su desempeño. Su capacidad de adaptación a las circunstancias es muy alta y valiosa.
Mejor experiencia del cliente
Al proporcionar respuestas rápidas y precisas, los agentes inteligentes pueden mejorar significativamente la satisfacción del cliente.
Retos y desafíos de los agentes de IA
A pesar de las posibilidades de los agentes de inteligencia artificial, todavía presentan posibilidades de mejora y ajuste. Estos son los principales retos que plantea su desarrollo y uso en estos momentos:
Aprendizaje de tareas complejas
A pesar de los avances, los agentes inteligentes aún enfrentan dificultades para aprender y realizar tareas complejas que requieren un alto nivel de habilidad cognitiva. Superar esta barrera es crucial para su aplicación en escenarios más desafiantes.
Interacción con humanos
Los agentes inteligentes también enfrentan desafíos en la interacción con humanos. Comprender el lenguaje natural de manera contextual y proporcionar respuestas adecuadas y útiles es un área activa de investigación. La comunicación efectiva con las personas es esencial para su adopción generalizada.
Ética y responsabilidad
El uso de agentes inteligentes plantea cuestiones éticas y de responsabilidad. ¿Cómo garantizamos que tomen decisiones justas y no perpetúen sesgos? ¿Quién es responsable si un agente comete un error? Estas preguntas deben abordarse para una implementación responsable
Integración y complejidad
Por último, la integración de diferentes enfoques y la gestión de la complejidad del sistema son desafíos técnicos importantes.
Ejemplos de agentes inteligentes
Hoy, aunque no nos demos cuenta, hay agentes inteligentes por todas partes. En casa, tenemos asistentes que nos dicen qué tiempo va a hacer o cuándo tenemos la próxima cita con el médico. Pero también están los que ayudan a los transportistas o automovilistas (GoogleMaps) o los que ofrecen el producto más interesante a los compradores en una página web, de acuerdo a sus preferencias.
Estas son algunos agentes inteligentes que nos podemos encontrar:
Asistentes de voz
Por medio del procesamiento de lenguajes naturales (PLN), estos asistentes interpretan las órdenes emitidas por los humanos y responden a ellas para poner la música deseada, encender las luces de la casa cuando es preciso o recordar ciertas actividades. Siri es el agente inteligente de carácter consultivo desarrollado por Apple. Alexa es otro ejemplo de asistente personal desarrollado por Amazon. Y también está el asistente de Google
Dispositivos automáticos
También hay agentes que se disfrazan de dispositivos. Un ejemplo es Roomba, un robot aspirador inteligente creado por iRobot. Es capaz de navegar de manera autónoma por una habitación y limpiarla sin la necesidad de la intervención humana. Otro ejemplo sería un termostato que activa la calefacción cuando se alcanza una determinada temperatura o la desactiva cuando se llega a otra, también sin intervención humana.
Agentes para recomendaciones
En el mundo del ocio digital, los agentes proliferan. Netflix, el servicio de televisión a la carta (streaming) más famoso del mundo, utiliza agentes inteligentes para ofrecer recomendaciones personalizadas de su catálogo audiovisual a sus usuarios.
También hay agentes especializados en la recomendación de productos. Muchos vendedores online emplean la inteligencia artificial para recopilar información sobre las preferencias de compra de sus usuarios y así poder ofrecerles productos que encajen con sus gustos. Es una práctica habitual de páginas como Amazon.
Agentes de negociación
Pero no queda ahí la cosa, también hay agentes especialmente diseñados para facilitar la negociación en mercados electrónicos. Recopilan toda la información necesaria, aprende cómo está la oferta y realiza una puja en nombre del usuario.
Agentes inteligentes espía
Incluso hay agentes inteligentes espía. Por medio de esta utilidad es posible detectar cualquier cambio en una determinada página web en la que el usuario esté interesado. Una vez detectada la URL que interesa monitorear, es posible utilizar recursos como Visual Ping para recibir por correo electrónico el aviso de cualquier cambio que se produzca en la web solicitada. Esta es una función muy usada por el mundo empresarial para estar informados de los cambios que se producen en las compañías de la competencia.
Agentes de geolocalización
Y, por último, están los agentes que se materializan en herramientas de mapas e indicaciones de localización. Todos acudimos a estos agentes sin darnos cuenta. Tanto en el caso de Google Maps como en Apple Maps, es la inteligencia artificial quién lee muchos puntos de datos para poder facilitar información en tiempo real sobre el estado del tráfico y la mejor ruta a seguir. Una versión avanzada de estos sistemas será la que haga posible, por ejemplo, el coche autónomo.