El sector del reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), y de pilas y baterías, genera anualmente un valor (en términos de VAB) de 955 millones de euros en nuestro país, lo que equivale al 0,8% del PIB. Igualmente, esta actividad mantiene más de 16.500 puestos de trabajo, un 0,09% del total nacional, y aportó más de 150 millones de euros de manera directa a la recaudación fiscal del Estado, en concepto de impuestos y cotizaciones sociales, en 2019.
Estos son los datos que definen este sector, según el primer informe de esta naturaleza sobre las tendencias de esta industria llevado a cabo por Recyclia, entidad que agrupa a las fundaciones medioambientales Ecoasimelec, Ecofimática, Ecolum y Ecopilas. Con este trabajo, con vocación de continuidad, la entidad quiere ser también un referente en cuanto a su medición y análisis.
En su intervención en la presentación de este informe, Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo, aseguró que la industria del reciclaje “genera empleo, promueve la innovación y refuerza nuestra competitividad industrial”. “Este informe llega en un momento muy oportuno porque, como país, tenemos el reto de definir un modelo que aborde la reconstrucción socioeconómica tras la pandemia. Espero que sirva para modernizar y hacer crecer nuestro país, avanzando en la transición hacia un futuro más sostenible”, añadió Maroto.
Un impacto superior al del resto de industrias
Cabe señalar que, por volumen de toneladas gestionadas, la aportación al VAB (valor agregado bruto del país) y al empleo del reciclaje de RAEE y pilas es diez veces superior al del resto de industrias de gestión de residuos de nuestro país, debido al mayor valor relativo de los materiales contenidos en los aparatos electrónicos y las pilas, y a la complejidad y sofisticación de sus procesos de tratamiento. De hecho, según el informe, si al impacto directo de esta industria se añade el derivado de la demanda de suministros a otros sectores como consecuencia de esos materiales, por cada euro de demanda final en este sector la economía genera 2,2 euros de valor añadido y 2,7 euros, si se tiene en cuenta su efecto inducido.
Por lo que se refiere a las cifras del mercado de RAEE, el estudio señala que en 2019 se pusieron en el mercado 900.000 toneladas de aparatos electrónicos, lo que representa un 25% más que en 2018 y un 44% más, si lo comparamos con sólo tres años antes (2016). De este total, el 73% corresponde al mercado doméstico. Traducido en unidades, en 2019 se comercializaron 734 millones equipos. De ellos, el 54% correspondió a pequeños aparatos y el 26% a dispositivos de informática y telecomunicaciones de pequeñas dimensiones. Sin embargo, ambas categorías sólo representaron el 18% del total de aparatos, correspondiendo los mayores porcentajes a los de grandes dimensiones (44%), seguidos de los destinados a intercambio de temperatura (22%).
Respecto al reciclaje de estos residuos, el informe describe un crecimiento continuado teniendo en cuenta la creciente digitalización de la sociedad que, sin duda, quedará reflejada en las cifras de 2020 como consecuencia de la situación creada por la pandemia de la Covid-19. De hecho, y según el informe, el objetivo mínimo de recogida establecido para 2019 (9,22 kg por habitante o 430.600 toneladas) crecerá hasta las 489.400 toneladas en 2020. A escala global, las estimaciones apuntan que en 2019 se produjeron más de 53 millones de RAEE (12 millones en Europa), cifra que podría acercarse a los 75 millones de toneladas en 2030.
Desde 2017, España lidera el reciclaje de este tipo de residuos frente a la media europea, situándose, concretamente, 8,2 puntos porcentuales por encima de ésta. Concretamente, y tomando como referencia las últimas cifras consolidadas disponibles de 2018, el objetivo de recogida de ese año (347.800 toneladas) se cubrió en un 92% y significó un crecimiento de la actividad de reciclaje del 16% respecto a 2017.