Fujitsu quiere poner a España en primera línea europea en lo que a supercomputación se refiere. La compañía japonesa no es nueva en la materia y ha fabricado el primer supercomputador del mundo, el denominado K, que tiene más de 700.000 cores funcionando en paralelo y ha costado más de 1.000 millones de euros.
En concreto, Fujitsu incluye a España en su Red Global de Innovación, que también cuenta con instalaciones y equipos en Francia, Reino Unido, Italia y Alemania. En el país germano, precisamente, está el mando de las operaciones mundiales de Fujitsu para supercomputación.
En España, Fujitsu va a contar con un equipo de ventas formado en esta tecnologías, así como un canal especializado. Adriano Galano, director de desarrollo de negocio de Servidores de Fujitsu en España, aclara que la compañía ya cuenta con una docena de socios comerciales para esta área. Sin embargo, ahora quiere ampliar esta red con un par de grandes integradores del mercado local.
El mercado de la alta computación o HPC (High Performace Computing) mueve en el mundo unos 9.000 millones de dólares al año, según Galano. De ellos, un 30% corresponde a hardware, otro tanto a sofware y servicios, y el 40% restante a almacenamiento. Por otro lado, del mercado mundial, Europa supone un tercio, y de ese tercio, España es un 5 o 6%.
“Un país de futuro no se puede permitir recortar en supercomputación”, asegura Galano, que dice que mucha investigación para combatir enfermedades como el cáncer o hacer este mundo más sostenible se puede agilizar si los científicos cuentan con grandes capacidades de computación. En Europa, son clientes de Fujitsu compañías como Siemens, Thyssen, BMW o el Gobierno de Gales. En España, el Instituto de Física de Cantabria y la Universidad Autónoma de Madrid han elegido los sistemas del proveedor japonés para sacar adelante sus proyectos.
La inversión pública supone el 60 o 70% de la inversión en este ámbito. Adriano Galano reconoce que el momento para la supercomputación es complicado porque los Gobiernos están recortando gastos. Sin embargo, la eclosión de los datos en las redes está llevando a compañías del ámbito privado a aplicar soluciones de HPC para sacar partido a los mismos. Entidades bancarias y financieras o empresas de gran consumo están aplicando técnicas de Big Data respaldadas por servidores de gama alta. Otros sectores proclives a interesarse por el HPC son la obra civil o la ingeniería.