Fujitsu ha renovado su gama de servidores Primergy en formato torre, que, por primera vez, van gobernados siempre por un procesador Intel Sandy Bridge. Los dos nuevos equipos que presenta el fabricante japonés son los Primergy TX150S8 y TX200S7, que además van equipados de Xeon E5.
El TX150S8 es, según la compañía, el único servidor en formato torre del mercado que va provisto del E5 (familias 1400 y 2400) y se presenta monoprocesador (un solo socket). Según Sergio Reiter, jefe de producto de Primergy, Fujitsu cubre así una necesidad que hay en el mercado, y que es la que exhiben las empresas que optan por un equipo de dos sockets con la idea de integrar el segundo procesador en un futuro que nunca llega.
El nuevo TX150, el servidor que más vende Fujitsu, es un sistema de un solo chip, pero provisto de la memoria RAM propia de los equipos de dos procesadores (hasta 96 GB de memoria RAM carga). Además, se puede colocar en un bastidor o rack, tiene capacidad para 16 discos de 2,5 pulgadas y, según Reiter, permite consolidar muchos procesos en pymes y oficinas periféricas.
Por su lado, el TX200S7 es un equipo con dos procesadores (familia E5-2400) y hasta 192 GB de RAM, y Fujitsu lo presenta como un sistema polifacético que puede asumir funciones de virtualizacion o Terminal Server, y donde puede ir la base de datos o el ERP de la compañía. Aunque Fujitsu no da por el momento los precios, las configuraciones base de estos equipos oscilarán entre los 800 y los 1.000 euros.
En la presentación de las máquinas, Sergio Reiter reveló datos inquietantes sobre el mercado español de servidores en formato torre. Y es que, según Gartner, las ventas de equipos descendieron un 21% en el segundo trimestre de este año con respecto al mismo periodo del año anterior. Entre abril y junio, además, Fujitsu mantuvo una cuota de mercado del 12%, en línea con lo que ha venido haciendo en los últimos trimestres.
Según Reiter, los problemas de financiación de los clientes están haciendo que los ciclos de vida de los servidores ya instalados se estiren hasta lo imposible. Menos repercusión con esta caída tiene el cloud computing. “Es verdad que el cloud está en el horizonte para muchos clientes, pero ahora no lo ven por las fuertes inversiones que requiere. La gente quiere ir poco a poco con la virtualización y las clouds privadas”, añade Reiter.