IFS es una multinacional de origen sueco que lleva 30 años en el negocio del software de gestión empresarial. Desde hace una década tiene una oficina en España desde la que ha atendido directamente a sus clientes. Sin embargo, ahora, para ganar referencias y presencia en todo el país, IFS quiere consolidar un canal de distribución local. Como parte de esta estrategia, la firma, en colaboración con CHANNEL PARTNER, organizó un desayuno de trabajo con varios especialistas en la implantación de ERP.
Como se encargó de recordar José María de Prada, sales executive de IFS en España, su producto es una buena propuesta en los tiempos que corren porque es flexible y escalable, y, además, sigue creciendo. “IFS no surge en el mundo de las finanzas y está muy vinculado a sectores como el industrial, de proyectos o de mantenimiento, que no están sufriendo tanto como otros”, explicó. “Somos flexibles y ofrecemos una solución por componentes. Las implantaciones van en función de las necesidades. La inversión se adecua a lo que el cliente quiere. Además, la aplicación, que no cuesta mucho de entrada, puede ir creciendo por fases en función de lo que el cliente quiera”, añadió Marta Gómez, también sales executive de IFS en España. Precisamente, el análisis de las oportunidades de negocio que hay en el entorno del ERP en un momento de enfriamiento económico como el que vivimos fue el primer punto de interés de los reunidos. Roberto Gutiérrez, gerente del negocio SAP-ES en Everis, aseguró que las oportunidades este año están en la movilidad, en abrir los ERP de forma eficiente a dispositivos como las tabletas y los smartphones. “De esta manera, el ERP llega a más usuarios y de una forma menos compleja”, dijo. Xavier Carrera, consultor principal de Steria, no se mostró tan optimista, aunque reconoció que las cosas están mejor en el sector industrial que en el de servicios. “El negocio está ya muy maduro. Además, las empresas ahora se asustan con el alto coste que tiene este tipo de implantaciones. Por otro lado, un cambio de este calado no es agradecido en las compañías porque supone muchos cambios operativos y no hay cultura en la empresa española para abordarlos”. Eso sí, en opinión de Carrera, la luz al final del túnel puede llegar del SaaS (sofware como servicio). “Es un modelo que puede resolver en parte los problemas, sobre todo porque reduce el coste inicial y porque la solución esta parametrizada en otro lugar y el cliente no tiene que hacer cambios drásticos”. El momento de apostar por IFS Marta Gómez, de IFS, coincidió al señalar que la crisis está paralizando la inversión en ERP, aunque destacó que ahora es el momento para diferenciarse de la competencia y que una buena vía será apostar por IFS, “una tecnología ideal para empresas industriales, de energía o de mantenimiento, o para la gestión de proyectos”. Sin embargo, Gómez dudó de que el SaaS sea hoy una realidad en la gestión de empresas complejas. “Todavía lo veo como una tendencia de futuro”, recalcó. Miguel García, director comercial de la consultora Green Light, alabó la tecnología de gestión de proyectos de IFS y dijo que hoy es necesario saber gestionar la cartera de proyectos con un sistema que le diga al cliente dónde se invierte el dinero y que le indiquen cómo las ganancias en unas áreas compensan las pérdidas de otras. Rogelio Heredia, responsable de la oficina de Madrid de Semantic Systems, también consideró que el posicionamiento de IFS es el adecuado en los tiempos que corren: “Los sectores que tiran son los exportadores, como el del automóvil y sus componentes, o el sector aeronáutico”. No obstante, se sinceró al señalar que ahora está muy complicado vender un ERP al modo tradicional. “En la pyme lo que funciona son las ofertas conjuntas de ERP, máquinas y hosting. También está yendo bien la gestión documental. La idea es que nadie tenga que meter ningún dato. El negocio de siempre no funciona; yo fui contratado para vender ERP en Madrid y no he vendido ni uno”. Alberto Díaz-Manrique, director de desarrollo comercial de Seresco, destacó la importancia de plantear bien los proyectos. “Como una empresa no tenga una buena gestión de proyectos, donde los números sean reales y factibles, el proyecto no sale. Un día se hace inviable y se acabó”. Díaz-Manrique, además, recomendó a todos asumir cuanto antes que hay que trabajar con el cliente a largo plazo y que éste no puede asumir de una vez o en un solo año las grandes inversiones de antaño. Para facilitar la adopción de tecnología a unas pymes que tienen un difícil acceso al crédito, abogó por aprovechar los clusters o asociaciones empresariales. También recomendó humildad a la hora de ir a los clientes y lo hizo con un símil muy gráfico: “Se acabó eso de que ‘yo soy un vendedor de ERP y sé lo que usted necesita’. El cliente ya no necesita un rascacielos, sino la caseta del perro”. La oportunidad de los proyectos globales Almudena Gallego, consultora senior de IFS, cambió de tercio para recordar que el sector de la fabricación está saliendo de España y que los proyectos globales representan una oportunidad. “Nos estamos quedando con el I+D, el diseño o la ingeniería. Esto es importante porque el mundo del ERP cojea a la hora de satisfacer las necesidades de las empresas con una implantación global. Los flujos de información son mundiales. Una empresa compra para España, pero resulta que la central de compras no está aquí, sino en Italia o en el este de Europa. Precisamente, los proyectos globales son un negocio interesante”.
Juan Cabrera
Juan Cabrera tiene más de 20 años de especialización en el sector tecnológico y sobre todo en el canal de distribución. También ha colaborado con otros medios y promociona siempre que puede la buena literatura, la música y la vida saludable.