¿Hay datos que calibren la falta de profesionales en el sector tecnológico en España y en Europa? ¿Cuál es la situación al día de hoy? Existen estudios de la UE y de la Comisión Europea de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión. Las cifras que se manejan en estos estudios hablan de 500.000 de empleos TIC que no se cubrirán en 2015 y alcanzaran la cifra de 900.000 empleos en 2020. A estos datos le acompañan cifras similares en otras regiones del mundo, como en Latinoamérica, donde un estudio de IDC sitúa en 300.000 los empleos TIC que no se cubrirán durante este ejercicio. Incluso en Estados Unidos la situación es similar, según estadísticas laborales del Gobierno de Estados Unidos, pues en 2020 faltará un millón de ingenieros informáticos. Con estos datos no encontramos con una situación global que comparte una tendencia que difícilmente mejorará si no se toman medidas rápidas, ya que por otra parte la cifra de estudiantes de materias relacionadas con el sector TIC está decreciendo año a año.
¿En qué ámbitos del mundo informático se sufre más esta carestía de personal cualificado? La realidad es que esta carestía de personal cualificado se reparte de forma similar entre las principales tecnologías, pero como siempre las áreas de mayor crecimiento y mayor innovación sufrirán de una forma más pronunciada esta falta de profesionales. Si tuviéramos que nombrar varias, podríamos decir que el big data, el cloud y el Internet de las cosas serán las principales áreas de necesidad con analistas y programadores.
¿Cómo es posible que en España, con un país anegado de parados y con jóvenes cualificados emigrando a otros países, tengamos puestos que no podemos cubrir porque no hay candidatos? No se trata de una situación local sino global. Si analizamos el perfil medio de las personas en paro en España podemos ver que no cumplen las necesidades que demandan la mayoría de estos puestos, y no es viable una formación básica o una reorientación laboral de corto alcance para cubrir dicha demanda. El problema fundamental es que durante años se ha dejado de pensar en el medio y largo plazo, y ésto nos situa con una brecha enorme entre las necesidades del mercado laboral y la formación existente.
¿Cuáles están siendo y serán las consecuencias de esta carestía de profesionales? Se hablaba en la reunión de IAMCP de “sobrecalentamiento” de salarios, pero entiendo que no es la única. Las principales consecuencias de esta situación son el aumento de los salarios en el sector que no siempre se traduce en el aumento de las tarifas de los servicios, hechos que nos hacen perder competitividad. En muchos casos, hay un éxodo de los profesionales mejor cualificados a mercados donde los salarios pueden llegar a triplicar los salarios españoles. De esta manera podríamos decir que el reparto de la brecha entre los diferentes países de la UE no será homogénea y serán los países del sur de Europa, con salarios menores, los que más sufrirán esa falta de profesionales. En resumen, nos encontramos en una situación que traerá las siguiente consecuencias: aumento de salarios en el sector, mejora en las estrategias de captación y retención del talento, aumento de las tarifas de los servicios TIC, atracción de profesionales extranjeros y posible éxodo de compañías de servicios a regiones que permitan un equilibrio entre salarios y tarifas.
Algunos dicen que el panorama es surrealista, pues mientras se tienen dificultades en las empresas para cubrir ciertos huecos, las compañías hacen EREs para sacarse de encima a los profesionales más veteranos y por lo tanto más caros en términos de salario y beneficios laborales. ¿Cómo lo ve? Es algo que no podemos negar, pero creo que las razones son otras: la velocidad de la tecnología y la falta de adaptación de algunos profesionales, factores a los que hay que añadir la actual ley laboral. Pero, como decía anteriormente, la imposibilidad de repercutir el aumento de costes en las tarifas de servicios hace muchas veces inviables algunos líneas de negocio en empresas del sector. De la misma manera, estoy seguro que las líneas más emergentes y de mayor demanda no están incluidas en estas situaciones. Creo que esto tiene más que ver con la rentabilidad de las líneas de negocio y la actual ley laboral que impide tener una mayor flexibilidad a la hora de adaptarse a las necesidades del mercado.
¿Qué se puede hacer a nivel de país y de la UE? ¿Cómo recuperar las vocaciones en los estudiantes para que opten por la informática y la programación? Es cierto que es difícil tomar decisiones que tengan impacto en el corto plazo, pero es importante empezar a trabajar para acercar las universidades y las escuelas de formación profesional al mercado laboral. En la actualidad parece que no existe ningún contacto, ya que en muchos casos se necesitan unos dos años de formación después de la Universidad para tener perfiles altamente cualificados y válidos para el mercado. Además de tratarse de formación muy especializadas y un coste muy alto. De la misma forma, hay que acercar mucho más el software comercial y no concebir el software libre como única posibilidad, ya que en el mundo real las necesidades fundamentales van por esta línea. Adicionalmente, potenciar las certificaciones dentro de la formación universitaria sería una gran iniciativa. Pero no solo así podemos mejorar la situación. Es cierto que es muy importante aumentar la captación del talento y mejorar el interés de los jóvenes por la tecnología. Y para ello es fundamental que se incluyan estas áreas y que además sean atractivas para poder convertir a España en una potencia del sector TIC. Somos una sociedad con un tremendo potencial y debemos aprovecharlo para encontrar nuestro hueco en este mundo global.
