El sorprendente lanzamiento de la plataforma Athlon 64 por parte de su competidora obligó a los ingenieros de Intel a abordar el cambio de arquitectura para sus soluciones de sobremesa de forma algo repentina. El resultado ha sido la familia 6xx, que por fin incorpora de forma definitiva la tecnología EM64T para el soporte de aplicaciones de 64 bits. Las ventajas de la aplicación de tales extensiones son muy importantes, aunque no se dejarán notar en la informática de consumo hasta dentro de un tiempo. La posibilidad de ampliar la memoria física disponible de forma tan drástica (16 Exabytes, frente a los 4 Gbytes actuales) resuelve de un plumazo el problema de la falta de memoria física. La propia Intel ha justificado su entrada tardía en esta tecnología [64 bits para escritorio] alegando que no había aplicaciones preparadas y que, en cuanto las hubiese, pondría su maquinaria en marcha. Y así ha sido. La versión final de Windows XP para máquinas de 64 bits está en estos momentos a punto de salir a la luz tras más de un año de continuos retrasos, y las aplicaciones, aunque ahora escasas, comenzarán a disponer de versiones de ocho octetos que aprovecharán al máximo las nuevas arquitecturas.
La política de Intel a la hora de presentar sus nuevos microprocesadores se ha mantenido en los últimos lanzamientos. La gama Extreme Edition, que caracteriza a los productos más elitistas de la empresa, continúa su andadura con la salida a la palestra del que es en la actualidad el micro más potente de Intel: el Pentium 4 EE 3,73 GHz, que además de las citadas extensiones de 64 bits proporciona otra serie de ventajas. Una de las más importantes, el FSB a 1.066 MHz que aumenta el ancho de banda de las comunicaciones con la memoria y con otros componentes y que resulta un factor crítico a la hora de optimizar el rendimiento de cualquier microprocesador. Otro de los responsables de la potencia (y el precio) de esta joya de la corona son los 2 Mbytes de caché de nivel 2. Esto supone que la caché de nivel 3 desaparece en favor de los 2 Mbytes de nivel 2 actuales, que además doblan al megabyte que incluía el P4 EE a 3,46 GHz. Todo ello básicamente permite que el acceso a los datos más frecuentemente usados sea mucho más rápido. Estas dos características, junto la inclusión del bit XD (ver recuadro adjunto) representan las principales bazas de un procesador que, como no podía ser de otra forma, sigue beneficiándose de la tecnología Hyper-Threading.
Acompañando a este nuevo ingenio de altos vuelos (aconsejable para los jugones con recursos económicos) nos encontramos con la nueva familia 6xx de procesadores Pentium 4, que ofrecen numerosas ventajas con respecto a la anterior serie 5xx. En primer lugar, el citado soporte para la tecnología EM64T, que les permite usar sistemas operativos y aplicaciones de 64 bits. En este sentido, la compatibilidad de todo tipo de software será común a las tecnologías de AMD e Intel, aunque evidentemente existirán ciertas optimizaciones de código que diferenciarán el rendimiento en una u otra plataforma. Junto a esta importantísima ventaja (no tanto a corto como a medio plazo) se mantiene la excelente noticia de la inclusión de 2 Mbytes de caché de nivel 2. El bus de sistema, eso sí, dispone de una frecuencia de reloj de 800 MHz, y también las frecuencias de reloj son por el momento más reducidas, con un rango que va en estos momentos de los 3 GHz del 630 hasta los nada despreciables 3,6 GHz del 660. Por lo tanto, la única diferencia entre la serie 6xx y los nuevos EE reside en el bus de sistema y en un ligero aumento de la frecuencia de reloj, algo que, a nuestro modo de ver, no justifica una diferencia de, por ejemplo, casi 400 dólares entre el P4 660 a 3,6 GHz (unos 600 dólares) y el P4 EE a 3,73 GHz (1.000 dólares).
Asimismo, el lanzamiento de estos procesadores están ligados a los chipsets que sacan todo el partido a sus prestaciones. Los recientes 925XE (para los P4 EE) y 925X (para las series 5xx y 6xx, aunque los primeros también pueden usar el 915G) son referentes en este caso, y el soporte para las últimas tecnologías, como la inclusión de ranuras PCI Express x16 y x1, memoria DDR2 a 533 MHz, o controladoras RAID, es una realidad en estos desarrollos. Todo ello se conjuga para ofrecer plataformas excepcionales a la hora de manejar nuestro PC, aunque en el horizonte seguimos vislumbrando con inusitado interés la llegada de los prometedores microprocesadores dual core
La nueva familia 6xx integra una tecnología ya existente pero mejorada para estos microprocesadores. Es la denominada Enhanced Intel Speedstep Technology (EIST), que ajustará el voltaje, potencia y calor disipado por el procesador de modo que el ahorro de energía y la potencia sean óptimos en cada momento. Esta redefinición de la conocida Speedstep se basa en 3 mecanismos distintos que permiten graduar el voltaje en distintos rangos secuenciales y permitir así un aprovechamiento mucho más detallado del rendimiento de nuestro procesador.
Intel se sube al carro de los 64 bits para sobremesa
El primer fabricante de procesadores se pone a la altura de AMD con la puesta en el mercado de la familia 6xx, que incorpora la tecnología EM64T.
Publicado el 27 Sep 2005

Temas
Canales