Resultante de la unión de esfuerzos durante siete años por parte de Intel y HP, Itanium es la primera familia de procesadores de 64 bits del gigante de los microprocesadores estadounidense. A diferencia de los chips de arquitectura RISC de 64 bits, Itanium se basa en EPIC (Explicitly Parallel Instruction Computing), un esquema que permite al chip soportar hasta 20 operaciones simultáneas. Estas características hacen que estos procesadores sean especialmente indicados para saciar las crecientes necesidades de comunicaciones de datos, almacenamiento, análisis y seguridad mientras proporciona ventajas de prestaciones, escalabilidad y fiabilidad a unos costes bastante más bajos que las ofertas propietarias. Entre los segmentos de aplicación se encuentran las grandes bases de datos, el data mining, las transacciones de seguridad de comercio electrónico y la ingeniería asistida por ordenador, así como la informática de altas prestaciones y científica.
El nuevo procesador -que tiene unos precios comprendidos entre 1.177 y 4.227 dólares (entre 1.300 y 4.700 euros) fue presentado oficialmente a principios del pasado mes de junio con más de dos años de retraso. Aunque en su origen estaba llamado a reavivar la competencia en los segmentos de los servidores y las estaciones de trabajo, parece que las expectativas para el nuevo microprocesador no son muy elevadas, y eso que hasta 30 fabricantes (IBM, Hewlett-Packard o Dell Computer) ya han hecho pública su intención -y de hecho ya venden algún que otro producto- de incluir estos chips en sus servidores. Mientras que, por un lado, la puesta en escena del nuevo procesador de Intel ofrece una nueva vía para competir con un hardware de precio/rendimiento más elevado, la proximidad en el tiempo de la segunda generación, conocida por McKinley -esperado para finales de este mismo año-, podría poner en entredicho su viabilidad.
No obstante, Rudi Schmickl, director general de operación de sistemas Unix de HP Europa, considera suficiente ese plazo de un año para que los clientes adquieran equipos Itanium.
Sea como fuere, la propia HP ha diseñado un ambicioso plan para fomentar la transición a Itanium que incluye importantes descuentos para sus primeros 30 clientes, facilidades de financiación y una amplia oferta de servicios que permitirá dar soporte a sus usuarios de forma independiente del sistema operativo que utilicen, y les ayudará a planificar e implantar la tecnología Itanium, lo que incluye la formación de personal, según explica Ana Alonso, directora de Negocio de misión crítica en España. Por otro lado, para hacer frente a las posibles reticencias de las empresas a migrar a Itanium, HP piensa proporcionar a los clientes una protección de su inversión en la transición a Itanium. Aunque HP sólo espera que este año un 2 por ciento de sus ventas en el área de servidores proceda de equipos con chips Itanium, para 2002 confía en que el porcentaje se eleve hasta casi un 20 por ciento.
La compañía espera que, a finales de año, unos 25 fabricantes ofrezcan más de 35 modelos y que centenares de fabricantes de hardware, software y aplicaciones proporcionen productos que soportan los sistemas basados en Itanium.
Una de las compañías que primero ha acogido el nuevo procesador en su gama ha sido HP. El gigante estadounidense tiene a la venta desde mediados del pasados mes de junio la estación de trabajo i2000, con 2 procesadores; el servidor rx4610, con 4 procesadores, y el, de momento, top de gama -disponible desde agosto-, el servidor rx9610, con 16 procesadores. Con esta oferta -y la que vendrá-, HP se ha lanzado de forma decidida a arrebatar cuota de mercado a gigantes del sector como Sun Microsystems o IBM, que también tienen ya listos dos servidores y una estación de trabajo que funcionarán con procesadores Itanium de 64 bits.
Otra de las compañías que se ha rendido a los encantos del nuevo Itanium ha sido Compaq. La compañía, que firmó con Intel un acuerdo de colaboración para impulsar la adopción de la familia de procesadores Itanium en el mercado, pretende ahora unificar la experiencia y alto rendimiento del microprocesador Alpha, con el Itanium Processor Family (IPF) de Intel, estandarizando la plataforma hardware en servidores para empresas con demandas de alto rendimiento en 64 bits. En la práctica, esto supone la sentencia de muerte de la arquitectura Alpha a favor de recién llegado retoño de Intel. Para Compaq, la combinación del microprocesador Itanium y la arquitectura Alpha de Compaq posibilitará la creación de una plataforma que ofrecerá a los clientes una mejor relación calidad-precio, así como mejores niveles de disponibilidad y escalabilidad. Igualmente, la nueva familia de servidores para empresas soportará Tru64 Unix, Open VMS y NonStop Kernel durante los próximos años. Por otro lado, y bajo los términos de este acuerdo, Compaq transferirá a Intel en el 2004 toda su arquitectura Alpha, aunque esta plataforma seguirá comercializándose, y la propia compañía ha garantizado el soporte durante al menos cinco años a contar desde las últimas entregas de sus productos Alpha Server.
Sorprendente ha sido la entrada incluso de SGI en la lista de fabricantes que apuestan por Itanium. El fabricante de las estaciones gráficas presentó el pasado mes de julio una máquina con Linux que ofrece soluciones gráficas de alto rendimiento. Según la empresa, el sistema tiene como base una arquitectura de punto flotante que está específicamente proyectada para la computación basada en patrones accesibles y de alto rendimiento. El nuevo modelo trabaja con hasta dos procesadores y una memoria máxima de 16 Gb.
La francesa Bull anunció a principios del pasado junio su nueva línea de servidores de empresa Escala IL basados en la arquitectura Intel Itanium con nuevos modelos de hasta 16 procesadores. Según la empresa, esta nueva línea de servidores responde a las necesidades de la nueva generación de aplicaciones de empresa de alto rendimiento tales como servidores bajo Windows, grandes bases de datos, data warehouse y aplicaciones ERP/CRM e Internet con altas prestaciones técnicos.
La llegada de Itanium ha venido también acompaña de novedades en sistemas operativos. En este sentido, en HP, por ejemplo, serán cuatro los sistemas operativos que soportarán los sistemas basados en Itanium Microsoft Windows; HP-UX 11i v1.5 de Hewlett Packard; AIX-5L de IBM y Linux. Caldera International, Red Hat, SuSE Linux y Turbolinux tienen previsto proporcionar versiones de 64 bits del sistema operativo Linux.
Otra de las que también apuesta por Linux, como se ha dicho más arriba es HP. Toda su nueva gama de máquinas es capaz de trabajar con este sistema operativo gratuito, aunque también con HP-UX, Windows 2000 y la futura versión de 64 bits del sistema operativo de Microsoft.
Siguiendo con el mundo Linux, cabe señalar que desde finales del pasado mes de junio, la japonesa NEC Corporation forma parte del grupo de desarrolladores que trabaja en una versión de Linux para Itanium.
Caldera es otra de las que ve en Itanium una posibilidad de hacer competir Linux con en el mundo de los grandes servidores. Desde mediados del pasado mes de junio, Caldera International tiene a disposición de los interesados la versión previa de su OpenLinux Server 64, una instantánea plenamente funcional de Linux a 64 bits para sistemas basados en Itanium. La disponibilidad general de OpenLinux Server 64 está prevista para finales del tercer trimestre de 2001.
Otro de los grandes del mundo Linux, Red Hat, presentó la versión beta del código fuente de la nueva versión de Linux para máquinas de 64 bits que está preparando. La intención de la empresa es ser la primera en colocar en el mercado una versión específica para la nueva arquitectura de Intel. El nuevo sistema operativo está específicamente diseñado para atender las necesidades de los servidores y workstations de alto rendimiento que incorporarán el nuevo procesador del gigante del silicio estadounidense.
Por supuesto no podía faltar tampoco a la cita SuSE Linux AG, que ya tiene a disposición, a través de Internet, SuSE Linux 7.2 para Itanium. Con esta solución, la compañía satisface las necesidades de los desarrolladores de aplicaciones que quieran migrar sus aplicaciones Linux a la plataforma Itanium. Además, SuSE Linux 7.2 constituye la base para la evaluación y puesta en marcha de Linux en sistemas Itanium en el entorno de servidores profesionales.
Por su parte, Microsoft no se ha quedado al margen del nuevo procesador y trabaja para poner a punto Windows. Microsoft desveló la pasada primavera, y de mano de su hombre fuerte, Bill Gates, la nueva edición Windows Advanced Server Limited Edition de 64 bits. Este nuevo Windows debería haber estado disponible al mismo tiempo que las primeras máquinas basadas en Itanium, pero parece que habrá que esperar hasta el próximo día 25, con la llegada de Windows XP, para disponer tanto de esta versión como de Windows XP 64 bits Edition para estaciones de trabajo, que llegará junto con las de 32 bits.
A pesar de los continuos retrasos, 26.000 servidores basados en Itanium, valorados en cerca de 751 millones de dólares se venderán hasta finales de este año. Hasta ahora los RISC y arquitecturas mainframe habían sido el terreno para los dispositivos de 64 bits. Por lo tanto, la cuestión es ¿A qué aplicaciones y entornos servirá Itanium y quién se beneficiará de su adopción?
Parece, según IDC, que Itanium recortará los pedidos de RISC, CISC y arquitecturas de 32 bits, y que entre 2001 y 2004 los IA-64 tendrán un crecimiento anual del 112,5 por ciento. Además, los ingresos procedentes de estos servidores se incrementarán en un 97,1 por ciento, lo que representará el 12 por ciento de los ingresos mundiales de servidores en 2004. Por otra parte, Unix bajo Itanium se mantendrá a la par con los servidores de 64 bits bajo Windows 2000 a lo largo de este año, pero se espera que a partir de entonces se distancien. Pero también las pérdidas relativas a Unix tendrán como origen la subida que obtengan los servidores basados en Linux, que contabilizarán alrededor del 14,1 por ciento de los lanzamientos en 2004.
Entretanto, el sucesor de Merced, llamado McKinley, está siendo preparado para su lanzamiento en la segunda mitad de este año. McKinley estimulará la velocidad de escape del IA-64 hasta 1 GHz, algo que es necesario para acelerar el funcionamiento de IA-64 por delante de RISC. Y, ante esto, algunos proveedores de sistemas podrán optar por mantenerse y diseñar alrededor de McKinley antes que hacerlo sobre Itanium, especialmente si quieren buscar el mercado de Windows.
IDC espera que Itanium penetrará gradualmente en la tecnología de Internet y coexistirá con el IA-32 durante algunos años. Sin embargo, IA-64 se incrementará favorablemente al estar diseñado para las bases de datos, el business intelligence, equipos técnicos científicos y de ingeniería, Internet multimedia y simuladores financieros. Por otro lado, se podrán observar tres oleadas para la adopción del IA-64. En un primer momento será adoptada por las estaciones de trabajo científicas y técnicas, y en segundo lugar en los servidores cluster, además de introducirse en las nuevas aplicaciones ISV a 64 bits.
Como se puede ver, el lanzamiento de este nuevo procesador tiene todos los números para suponer una revolución considerable en el panorama informático mundial hay millones de dólares sobre la mesa e intereses cruzados de todo tipo, pero los retrasos y la coincidencia con un sensible enfriamiento del mercado tecnológico pueden modificar notablemente la proyección de este nuevo chip. Al igual que ocurre en las carreras de caballos, el que aquí se nos presenta viene de un criador de renombre y tiene muchos puntos para ser el favorito, pero no todos; apostar por él puede ser interesante, pero, desde luego, no del todo seguro.