José Antonio Cano, director de análisis y consultoría de IDC en España, tiene claro que el 2023 va a ser un año complicado para el sector tecnológico por la incertidumbre geopolítica y porque los clientes, muy cautos, van a prestar mucha a atención a optimizar sus inversiones TI. En cualquier caso, el analista avanza que los ingresos del sector informático en este país crecerán este ejercicio alrededor de un 4%, una velocidad de avance que se mantendrá hasta 2026. La inversiones en nube, en automatización y en inteligencia artificial seguirán siendo prioritarias, y a ello se unirá la compra de soluciones para el seguimiento de la huella de carbono en las empresas, porque “la sostenibilidad se cuela como prioridad” en este 2023.
¿Cómo ha acabado el sector TI (o TIC) español el año 2022 en términos de negocio y cómo ha quedado la comparativa con 2021?
En 2022 el mercado de TI en España cerró con 52.573 millones de euros, esto es un crecimiento del 5,6% con respecto a 2021, año que supuso un crecimiento respecto del 2020 también del 5%. En 2022 hemos visto como se han consolidado los modelos de TI basados en la nube y la creciente adopción de ésta como framework para el despliegue de soluciones y modelos de negocio digitales. De hecho, el 40% de los ingresos de las organizaciones proviene de la venta de productos y servicios basados en datos, lo que ha supuesto un cambio respecto de 2021, que supuso la consolidación del viaje digital iniciado por las organizaciones como respuesta a la Covid-19.
Tecnologías como la automatización, IA y ciberseguridad han aparecido entre las principales prioridades de inversión de las organizaciones, en un intento por acelerar el capítulo digital y avanzar hacia la digitalización no sólo de las operaciones sino del negocio. En este contexto, 2023 se presenta como un escenario de inversión focalizada en proyectos con ROI [retorno de la inversión] claro que permitan escalar el impacto de la inversión en el mercado.
“En 2022 el mercado de TI en España cerró con 52.573 millones de euros, esto es un crecimiento del 5,6% con respecto a 2021”
Por mis informaciones, la demanda de tecnología para la digitalización de las empresas se mantuvo fuerte a pesar de todo en 2022, y tuvo mucha más dificultad la demanda por parte de los hogares y los usuarios particulares. ¿Está de acuerdo?
Son contextos diferentes. Mientras que a nivel empresarial la inversión en tecnología (cloud, seguridad, etc.) se mantuvo fuerte, en la industria de consumo han confluido varias circunstancias que, en conjunto, han provocado una ralentización de la inversión en TI, como muestra el decrecimiento del 1% de este sector en 2022 respecto al año anterior. La crisis de semiconductores ha influido en la ralentización en la tasa de renovación de terminales móviles (smartphones) o en la priorización de aquellos de gama alta para favorecer 5G por parte de los usuarios particulares.
La tasa de crecimiento de ordenadores de sobremesa y portátiles que experimentamos en 2021 para poder garantizar la continuidad del negocio por su parte también se ha visto reducida una vez que la vuelta a la oficina y la adopción de modelos organizativos de hybrid work se han ido implementando en las organizaciones. Esto provoca una caída en el mercado de smartphones (-3,4%), tablets (-10,8%), así como ordenadores de sobremesa (-10,6%), que, en su conjunto, han ralentizado la recuperación del sector de consumo privado, que se espera que repunte en 2023 (5,4% de crecimiento para smartphones y 2% para notebooks).
¿Cuáles han sido las tecnologías más demandadas el año pasado en España?
La inversión en nube (tanto IaaS, como PaaS y SaaS), automatización e IA, así como seguridad han sido las principales tecnologías en las que se han invertido en 2022. En 2023, además de las citadas, la sostenibilidad se cuela como prioridad de inversión, en forma de soluciones de seguimiento de la huella de carbono.
¿Cómo se presenta el 2023? Mi impresión es que los datos objetivos no son malos, pero todo el mundo está desconfiado y con la mosca detrás de la oreja, y eso puede repercutir en los próximos meses.
El mercado de TI en España en 2023 se espera que cierre en los 54.600 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 4% con respecto a 2022. Eso está en la senda de crecimiento que se espera para el periodo 2023-2026 (3,9%). Todo ello en un escenario de incertidumbre donde la creciente inflación, la guerra de Rusia y Ucrania o la crisis de semiconductores siguen siendo factores exógenos que condicionan de manera muy decidida la inversión de las organizaciones en general, y de tecnología, en particular.
La tendencia en el mercado en 2023 apunta a la eficiencia en la inversión de TI. En un escenario de incertidumbre motivada por los factores mencionados anteriormente, el 76% de las empresas en Europa considera que habrá una recesión económica, por lo que elegir las inversiones en las que apalancar la estrategia de TI será fundamental. En este sentido, cloud, IA, seguridad, puesto de trabajo y sostenibilidad serán áreas de inversión clave para el mercado en este año que acaba de comenzar.
“El 76% de las empresas en Europa considera que habrá una recesión económica, por lo que elegir las inversiones en las que apalancar la estrategia de TI será fundamental”
¿No cree que los fondos europeos, muy volcados en la digitalización, y la inversión del sector público en TIC, pueden ser el bastón que necesita el sector en un 2023 incierto?
Es una de las palancas que sin duda va a favorecer la consolidación del viaje digital de las organizaciones. 2022 ha sido un punto de despegue al desarrollo y puesta en marcha de productos y servicios digitales. Ya en 2023 se espera que el 40% de los ingresos de las organizaciones provengan de la venta de productos y servicios digitales, y para ello es esencial adaptar y evolucionar el modelo de TI. Es aquí donde el impulso a la digitalización que priorizan estos fondos puede ayudar a las empresas a consolidar los siguientes pilares fundamentales:
Plataformas digitales y resilientes, componibles y adaptadas a cada industria. Ayudar a consolidar en las organizaciones una infraestructura adaptada a las particularidades de la industria en la que opera la organización. Para ello, el reto estará en evolucionar y combinar SaaS, PaaS e IaaS con funcionalidades adaptadas y específicas del sector que las organizaciones puedan utilizar para adaptarse más fácilmente al incesante flujo de interrupciones en su industria.
Dotar a las organizaciones de eficiencia sistémica. Más allá de las ventajas que la automatización de procesos aporta a la organización aumentando la eficiencia de la ejecución de procesos, la IA y la hiperautomatización han habilitado la ingesta y analítica del dato que permite el desarrollo de nuevos productos y servicios. En la actualidad, el 76% de los equipos responsables de los productos digitales son también responsables de la generación de ingresos, por lo que se requiere avanzar en la incorporación de la IA en todas las áreas de la organización, de manera que permita entregar información accionable.
Implementar un smart hybrid work. Los avances en IA y la interactividad en nuevas versiones de plataformas RPA están llevando a la introducción de asistentes digitales que trabajarán en nombre de un trabajador para recomendar, priorizar y ayudar a completar el trabajo. Para 2024, la mitad de todos los trabajadores de las organizaciones que hayan adoptado RPA dependerán de su propio asistente robot. A medida que se añaden capacidades al robot de escritorio, el robot actuará cada vez más como un asistente para coordinar y ejecutar el trabajo en nombre de un trabajador del conocimiento, lo que significa que este robot se sumerge más plenamente en su vida laboral.
Seguridad unificada y ciberresiliencia. La ciberresiliencia no solo tiene que ver con el valor de la empresa y la reducción del riesgo empresarial, sino también con la seguridad económica nacional. Los ciberataques sofisticados son más frecuentes que nunca y están causando importantes interrupciones en las empresas. Para evitar los abrumadores costes empresariales y el impacto en la reputación de estas interrupciones, las organizaciones deben elevar sus posturas de seguridad para poder ofrecer continuamente los resultados digitales previstos a pesar de los diversos ciberataques.
Sostenibilidad. Más allá de la importancia recurrente que la sostenibilidad está ganando en los últimos dos años (el 78% de las organizaciones tiene la sostenibilidad como una de las tres principales prioridades de inversión empresarial), 2023 será un año de desarrollo de métricas de seguimiento de la huella de carbono.