La fotografía digital lo ha revolucionado todo, incluso la forma de obtener las copias en papel de las imágenes captadas. Kodak, el tradicional fabricante de cámaras y películas, no pierde el paso y ha presentado sus nuevos kioskos de impresión digital. Este proveedor asegura que el 72% de los usuarios de estos dispositivos son mujeres jóvenes que imprimen para conservar el recuerdo familiar, un segmento que está impulsando la impresión en tienda. En Kodak no se lo han pensado dos veces y han desarrollado tres soluciones para cubrir una oportunidad de negocio presente en los puntos de venta fotográfica tradicionales y en las grandes superficies. Por un lado, se encuentra el GS Compact, un dispositivo de reducido tamaño, ideal para los comercios pequeños (como tiendas de barrio, estancos o establecimientos informáticos) y en el que, a través de una pantalla táctil, el dependiente selecciona las fotos que el cliente desea imprimir. Cuenta con lectores de tarjetas de varios formatos (como SD o Compact Flash), puerto USB y posibilidad de traspasar imágenes a través de Bluetooth. Además, este kiosko dispone de posibilidades para imprimir fotos de carnet y grabar las imágenes en los Kodak Picture CD. Su precio es de 2.995 euros.
Por otra parte se encuentra el Dry Lab, un equipo orientado a las tiendas de fotografía y que pretende sustituir a los tradicionales minilaboratorios para el revelado de películas. Es un producto más profesional con el que Kodak pretende aumentar el retorno de la inversión de los establecimientos, que cada vez más ven disminuido su negocio por la escasez de revelados de película de 35 mm. Con el objetivo de diversificar la oferta, el equipo permite realizar DVD, foto libros, posters y hasta calendarios.
Por último, se encuentran los kioskos multiestación, dirigidos a grandes superficies en las que los clientes eligen ellos mismos las fotografías que quieren obtener y que posteriormente pagarán en caja. En pocos segundos se obtienen las copias, lo que optimiza el tiempo de los usuarios y reduce el número de empleados que tienen que hacerse cargo del sistema. Lo que Kodak pretende con este producto es crear un espacio en el que el cliente, de forma relajada, elija sus fotografías, las retoque si es necesario y las imprima.
La firma sabe que el 70% de los retailers europeos (ya sean grandes superficies o pequeñas tiendas) no cuentan con kioskos para imprimir las fotos digitales, por lo que ve una oportunidad de oro en este nicho. No sólo para ellos mismos, sino para los clientes que los instalen, ya que se constituirá en una fuente alternativa de ingresos. Está previsto que para 2010 los usuarios europeos impriman más de 8 millones de imágenes en los distintos tipos de establecimientos. En España, la compañía ya había introducido 1.200 kioskos en tiendas de fotografía, pero el plan es extenderse a otro tipo de comercios. Asegura que más de 16.000 puntos de venta están esperando y no descarta llegar hasta en los estancos.