Aunque sigue teniendo una industria IT global y poderosa, Japón se está enfrentando a cierta parálisis como consecuencia de la crisis financiera que afecta a alguno de sus buques insignias, como Toshiba, y también por la presión ejercida por las gigantes corporaciones chinas. El potencial gasto previsto en tecnologías de la información también podría verse recortado por el menor empuje de la economía y por el descenso de la población a causa de la caída de la natalidad y la ausencia de inmigración. En total el gasto TI japonés alcanzará los 98.813 millones de euros en 2020, una cifra que representa el 2,8% del gasto mundial.
En total, los analistas de BMI Research no creen que la industria TI japonesa aumente sus ingresos más allá del 2,1% en el plazo de los próximos cuatro años. Software y servicios continuarán siendo los motores de crecimiento mientras que las ventas de hardware seguirán estancadas debido a la saturación del mercado y al notable descenso de población joven.
El negocio de hardware experimentará un crecimiento casi plano del 0,3% entre 2016 y 2020 a causa fundamentalmente de la saturación del mercado y el aumento de población adulta con menor potencial de compras. Desde los 3,5 billones de yenes (28.600 millones de euros) tan solo aumentará a los 3,6 billones en el plazo de los próximos cuatro años. Las ventas de software también se engrasarán gracias a las nuevas inversiones en soluciones para el Internet de las Cosas y analítica. El aumento del gasto, estimado en torno al 2,9% el próximo año crecerá gracias a las inversiones de las grandes corporaciones fundamentamente. Los servicios también constituirán otro dinamizador de la industria TI gracias al impulso de proyectos cloud y de contratos de outsourcing. En este sentido, los ingresos crecerán desde los 5,3 billones de yenes hasta los 5,9 billones en 2020.