Muy pocos se han dado cuenta de lo que grande que es hoy el mercado de tecnología para gamers de PC, advierte Christoffer Suess, responsable de marketing de Mionix, fabricante sueco de ratones, teclados, auriculares y alfombrillas para jugones, una firma que acaba de aterrizar en España de la mano de Infortisa.
Y es que, según Suess, el negocio del hardware para gamers mueve en todo el mundo 22.000 millones de dólares, “más que la propia Hollywood”. Además, las ventas de periféricos como de gama alta como ratones o teclados para este tipo de usuario exigente suponen cada ejercicio 10.000 millones de dólares y crece a un ritmo anual del 20%. El producto para gamers es, además, interesante para el canal de distribución por sus altos precios y márgenes comerciales y porque va dirigido a un tipo de cliente que es más fácil de fidelizar.
El tiempo no ha dado la razón a los que hace unos años pensaron que el jugón de PC iba a quedarse como un bicho raro, sobre todo ante el empuje de la Xbox de Microsoft o de la Playstation de Sony. Christoffer Suess tiene claras las posibilidades del ordenador frente a las configuraciones más limitadas de las consolas: “El PC siempre se puede mejorar. Además, los periféricos son más precisos que la tecnología que incorporan las consolas. También gana el PC a las consolas por rendimiento. Y, por otra parte, los juegos online en PC son gratuitos, mientras que en el mundo de las consolas hay que pagar”.
Mionix cree que entra en el mercado español en el momento correcto. “La situación sigue siendo complicada, pero ya el país está viendo la luz al final del túnel. Además, Mionix está expandiéndose más allá de los países nórdicos y vemos que hay demanda para nuestros productos”, asegura Suess. En primera instancia, la gama de producto la moverá el mayorista Infortisa, “por su conocimiento del mercado del gaming”, y más adelante probablemente el fabricante contrate a personal de ventas a nivel local. Asimismo, inicialmente está previsto que establecimientos especializados en el mundo de los jugones, como Alvicius (en Madrid) o la cadena Game, vendan los ratones y teclados de Mionix. Aunque también estarán en cadenas como APP y, más adelante, en retailers como Fnac o El Corte Inglés.
Mionix diseña en Suecia y fábrica en Shenzhen, “el Silicon Valley del hardware”. En cualquier caso, Christoffer Suess dice que la aproximación de su compañía a la tecnología tiene que ver más con “la artesanía” que con la fabricación en serie. “Muchos competidores están muy cómodos poniendo pequeños añadidos a los productos de siempre, pero nosotros queremos innovar. Además, nosotros queremos recuperar la conexión emocional con el cliente”.
El responsable de marketing asegura que el diseño de los ratones tiene su origen en un proceso escultórico, donde se van consiguiendo las formas a base de trabajar materiales maleables parecidos a la plastilina. “Otras compañías lo único que hacen es elegir entre varios modelos prefabricados [que le ofrece su proveedor chino]”. “Hay muchas manos diferentes, y muchas formas de interactuar con un ratón, y nosotros lo tenemos en cuenta”, explica Suess.
Por último, asegura que Mionix ampliará su gama de producto en breve, aunque no desvela con qué. Además, dice que la compañía está trabajando para incorporar sensores de ritmo cardiaco a los ratones que permitirán conocer en cada parte del juego el nivel del estrés del jugador. “La idea es transmitir el estrés del usuario al personaje del juego que tiene asignado y así conseguir mayor realismo”. Al fin y al cabo, los ratones tradicionalmente han incorporado poca tecnología, pero las posibilidades que se abren con la miniaturización de sensores y otros componentes son muy grandes también para este tipo de periféricos.
