SPC es conocido en el mercado por su línea de dispositivos de consumo y sobre todo por sus tabletas. Y es que este fabricante, radicado en Vitoria y que emplea ya a casi medio centenar de empleados, le planta cara a marcas como Apple o Samsung en este terreno. Sin ir más lejos, en febrero, y según datos de GfK a los que recurre su director general, José San Emeterio, SPC fue la cuarta marca del mercado nacional. En su último año fiscal SPC colocó 40.000 tablets en tiendas de toda España. Su gama de producto para el hogar, que también cuenta con altavoces, pulseras de fitness o smartwatches, se vende en casi todos los grandes retailers del país, y en establecimientos de informática gracias a mayoristas como Esprinet, Ingram Micro, Dapau, Binary o Infortisa.
Sin embargo, SPC también cuenta con una línea de negocio de comunicaciones para la empresa que ya supone el 40% de su facturación y que San Emeterio quiere ahora promover. Es lo que en la compañía conocen como el SPC for Business, y que engloba soluciones de voz, como centralitas y terminales de NEC o Yealink, videoconferencia, gestión de alarmas y notificaciones, videovigilancia (con cámaras de Mobotix) o soluciones de call center. Además, SPC ofrece soluciones completas de comunicación para sectores como el hotelero, el sanitario o el de las residencias.
En el mundo de las comunicaciones, SPC hace de mayorista y atiende un canal de unas 100 compañías que pueden ser instaladores de centralitas tradicionales, especialistas que vienen del mundo de los datos y que abordan la voz IP o integradores de sistemas que mezclan los dos mundos. En 2015, y según desvela su director general, la firma vasca dobló su negocio de telefonía IP, e incluso aumentó un 20% sus números en centralitas tradicionales, un área que tiende a la desaparición.
La asignatura pendiente de salir fuera
Como resultado de todo ello, SPC facturó 20,6 millones de euros en su último ejercicio fiscal, concluido el 30 de septiembre de 2015. Y San Emeterio adelanta que para este año los ingresos podrían superar los 25 millones de euros, lo que supondría un avance del 25% aproximadamente. SPC hace casi todo su negocio en España, salvo por un millón de euros que factura en Portugal, y por eso la expansión internacional es una de sus asignaturas pendientes. José San Emeterio recuerda que hace unos años la compañía hizo sus pinitos en el mercado mexicano, pero finalmente abandonó. Ahora mira a Europa, y se ha fijado un plazo de cinco años para entrar en el continente. La compañía es prima hermana del con quien comparte accionistas. En todo caso, el director general de SPC asegura que son entidades legales complemente diferentes e independientes y sólo comparten ciertos servicios generales al estar ubicadas en el mismo edificio. Hay que recordar que Wiko es una joint-venture de inversores españoles y chinos.