Aunque no ha cumplido con las altas expectativas que generó de inicio, el negocio de los smartwatches seguirá al alza este año, y de forma significativa. Según la consultora de mercado Canalys, el mercado de los relojes inteligentes moverá este año 10.000 millones de dólares. En unidades, en este ejercicio se comercializarán en todo el mundo 28,5 millones de dispositivos, un 18% más que en 2016.
Canalys adelanta que la salida al mercado de smartwatches de gama alta afectará sobre todo a la industria relojera tradicional. A esto contribuirá también la bajada del precio medio de los teléfonos inteligentes. También en la gama baja, los relojes tradicionales están teniendo problemas. Canalys dice que la comercialización de pulseras digitales están mermando las ventas de los relojes de gama de entrada. Como consecuencia, Canalys cree que el valor de mercado de los teléfonos smart llegará a suponer este año dos tercios de la industria tradicional de relojes suizos.
La fabricación de relojes conectados con funciones limitadas son el paso que están dando algunas marcas tradicionales para ir introduciendo en sus catálogos las nuevas tecnologías, y de paso estabilizar la fuga de clientes. En todo caso, Canalys detecta que los relojeros suizos de mueven por el momento con pies de plomo, aunque sepan que su supervivencia depende de lo ágiles que se muestren. Gigantes como Swatch, por ejemplo, todavía tienen que dar un paso adelante en este terreno. Canalys dice que el establecimiento de alianzas con compañías tecnológicas podría ser ese primer paso para los relojeros. La idea es no sólo convencer a los fans de los relojes, sino a cualquier consumidor interesado en los wearables.
