Lo primero que llamará la atención al usuario novel de Dreamweaver es su intuitivo y agradable entorno de trabajo.
Cuando comenzamos a crear un sitio, vemos cómo Dreamweaver se compatibiliza con la mayoría de tecnologías de servidor existentes ASP, ASP.net, JSP, PHP y, cómo no, ColdFusion, propio de Macromedia.
En cuanto al diseño, se han cuidado de forma considerable las plantillas. No solamente podremos escoger de entre un gran número de ellas para comenzar a trabajar sobre una base, sino que las mismas podrán ser manipuladas en conjunto, es decir, si poseemos una plantilla a la que hemos anidado otras, cualquier cambio que efectuemos sobre la primera se verá reflejado automáticamente en el resto, si así lo deseamos.
Pero uno de los aspectos que más llama la atención es el momento del diseño. Cada una de las características editables de los elementos que se incluyen en la página podrán ser manipuladas fácilmente desde la ventana de Propiedades, la cuál cambiará su estado dependiendo de la naturaleza del elemento. De esta forma ganaremos bastante tiempo en la confección de la página.
Otro de los puntos que se ha mejorado es la forma de trabajar, ya que un diseñador no tendrá las mismas necesidades que un programador, por ello cada uno de ellos podrá optar por un entorno compatible con éstas.
